Página 324 - El Conflicto de los Siglos (1954)

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El Conflicto de los Siglos
“entiende pues la palabra, y alcanza inteligencia de la visión.”
Daniel
8:27, 16
;
9:22, 23 (VM)
. Había un punto importante en la visión
del capítulo octavo, que no había sido explicado, a saber, el que se
refería al tiempo: el período de los 2.300 días; por consiguiente,
el ángel, reanudando su explicación, se espacia en la cuestión del
tiempo:
“Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre
tu santa ciudad... Sepas pues y entiendas, que desde la salida de la
palabra para restaurar y edificar a Jerusalem hasta el Mesías Príncipe,
habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; tornaráse a edificar la
plaza y el muro en tiempos angustiosos. Y después de las sesenta
y dos semanas se quitará la vida al Mesías, y no por sí ... Y en otra
semana confirmará el pacto a muchos, y a la mitad de la semana
hará cesar el sacrificio y la ofrenda.”
Daniel 9:24-27
.
El ángel había sido enviado a Daniel con el objeto expreso de
que le explicara el punto que no había logrado comprender en la
visión del capítulo octavo, el dato relativo al tiempo: “Hasta dos mil
y trescientas tardes y mañanas; entonces será purificado el Santua-
rio.” Después de mandar a Daniel que “entienda” “la palabra” y que
alcance inteligencia de “la visión,” las primeras palabras del ángel
son: “Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu
santa ciudad.” La palabra traducida aquí por “determinadas,” signifi-
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ca literalmente “descontadas.” El ángel declara que setenta semanas,
que representaban 490 años, debían ser descontadas por pertenecer
especialmente a los judíos. ¿Pero de dónde fueron descontadas?
Como los 2.300 días son el único período de tiempo mencionado
en el capítulo octavo, deben constituir el período del que fueron
descontadas las setenta semanas; las setenta semanas deben por
consiguiente formar parte de los 2.300 días, y ambos períodos deben
comenzar juntos. El ángel declaró que las setenta semanas datan
del momento en que salió el edicto para reedificar a Jerusalén. Si se
puede encontrar la fecha de aquel edicto, queda fijado el punto de
partida del gran período de los 2.300 días.
Ese decreto se encuentra en el capítulo séptimo de Esdras.
Vers.
12-26
. Fué expedido en su forma más completa por Artajerjes, rey
de Persia, en el año 457 ant. de J. C. Pero en (
Esdras 6:14
) se dice
que la casa del Señor fué edificada en Jerusalén “por mandamiento
de Ciro, y de Darío y de Artajerjes rey de Persia.” Estos tres reyes, al