Página 429 - El Conflicto de los Siglos (1954)

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Los Estados Unidos en la profecía
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lenguas.”
Apocalipsis 17:15
. Los vientos simbolizan luchas. Los
cuatro vientos del cielo que combatían en la gran mar representan
los terribles dramas de conquista y revolución por los cuales los
reinos alcanzaron el poder.
Pero la bestia con cuernos semejantes a los de un cordero “subía
de la tierra.” En lugar de derribar a otras potencias para establecerse,
la nación así representada debe subir en territorio hasta entonces
desocupado, y crecer gradual y pacíficamente. No podía, pues, subir
entre las naciones populosas y belicosas del viejo mundo, ese mar
turbulento de “pueblos y muchedumbres y naciones y lenguas.” Hay
que buscarla en el continente occidental.
¿Cuál era en 1798 la nación del nuevo mundo cuyo poder es-
tuviera entonces desarrollándose, de modo que se anunciara como
nación fuerte y grande, capaz de llamar la atención del mundo? La
aplicación del símbolo no admite duda alguna. Una nación, y sólo
una, responde a los datos y rasgos característicos de esta profecía;
no hay duda de que se trata aquí de los Estados Unidos de Norte-
américa. Una y otra vez el pensamiento y los términos del autor
sagrado han sido empleados inconscientemente por los oradores e
historiadores al describir el nacimiento y crecimiento de esta nación.
El profeta vió que la bestia “subía de la tierra;” y, según los traduc-
tores, la palabra dada aquí por “subía” significa literalmente “crecía
o brotaba como una planta.” Y, como ya lo vimos, la nación debe
nacer en territorio hasta entonces desocupado. Un escritor notable,
al describir el desarrollo de los Estados Unidos, habla del
“misterio
de su desarrollo de la nada”
y dice: “Como
silenciosa semilla
cre-
cimos hasta llegar a ser un imperio.”—[
G. A. Townsend,
The New
Compared with the Old,
462.
] Un periódico europeo habló en 1850
de los Estados Unidos como de un imperio maravilloso, que surgía
y que
“ en el silencio de la tierra
crecía constantemente en poder y
gloria.” —[
Dublin Nation
]. Eduardo Everett, en un discurso acerca
[494]
de los peregrinos, fundadores de esta nación, dijo: “¿Buscaron un
lugar retirado que por su obscuridad resultara inofensivo y seguro
en su aislamiento, donde la pequeña iglesia de Leyden pudiese tener
libertad de conciencia? ¡He aquí las
inmensas regiones
sobre las
cuales, en
pacífica conquista,
... han plantado los estandartes de la
cruz!”—Discurso pronunciado en Plymouth, Massachusetts, el 22
de diciembre de 1824.