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El Conflicto de los Siglos
pueblo de Dios, y lo habría tenido cautivo para siempre, si Cristo no
hubiese roto sus cadenas y libertado a los que tenía presos.
Hasta los malos se encuentran ahora fuera del poder de Satanás;
y queda solo con sus perversos ángeles para darse cuenta de los
efectos de la maldición originada por el pecado. “Los reyes de las
naciones, sí, todos ellos yacen con gloria cada cual en su propia casa
[el sepulcro]; ¡mas tú, arrojado estás fuera de tu sepulcro, como un
retoño despreciado! ... No serás unido con ellos en sepultura; porque
has destruido tu tierra, has hecho perecer a tu pueblo.”
Vers. 18-20
(VM)
.
Durante mil años, Satanás andará errante de un lado para otro en
la tierra desolada, considerando los resultados de su rebelión contra
la ley de Dios. Todo este tiempo, padece intensamente. Desde su
caída, su vida de actividad continua sofocó en él la reflexión; pero
ahora, despojado de su poder, no puede menos que contemplar el
papel que desempeñó desde que se rebeló por primera vez contra el
gobierno del cíelo, mientras que, tembloroso y aterrorizado, espera
el terrible porvenir en que habrá de expiar todo el mal que ha hecho
y ser castigado por los pecados que ha hecho cometer.
Para el pueblo de Dios, el cautiverio en que se verá Satanás será
motivo de contento y alegría. El profeta dice: “Y acontecerá en el
día que te haga descansar Jehová de tus penas y de tu aflicción, y de
la dura servidumbre con que te han hecho servir, que entonarás este
cántico triunfal respecto del rey de Babilonia [que aquí representa a
Satanás], y dirás: ¡Cómo ha cesado de sus vejaciones el opresor! ...
Jehová ha hecho pedazos la vara de los inicuos, el cetro de los que
tenían el dominio; el cual hería los pueblos en saña, con golpe ince-
sante, y hollaba las naciones en ira, con persecución desenfrenada.”
Vers. 3-6 (VM)
.
Durante los mil años que transcurrirán entre la primera resurrec-
ción y la segunda, se verificará el juicio de los impíos. El apóstol
[719]
Pablo señala este juicio como un acontecimiento que sigue al se-
gundo advenimiento. “No juzguéis nada antes de tiempo, hasta que
venga el Señor; el cual sacará a luz las obras encubiertas de las
tinieblas, y pondrá de manifiesto los propósitos de los corazones.”
1 Corintios 4:5 (VM)
. Daniel declara que cuando vino el Anciano
de días, “se dió el juicio a los santos del Altísimo.”
Daniel 7:22
. En
ese entonces reinarán los justos como reyes y sacerdotes de Dios.