Para mantener nuestra individualidad
“Durante años se me han dado instrucciones especiales según
las cuales no debemos centralizar nuestra obra en las ciudades. Los
disturbios y la confusión que llenan esas ciudades, las condiciones
producidas por las uniones laborales y las huelgas, constituirán un
gran estorbo para nuestra obra. Los hombres están buscando poner
bajo el control de ciertas uniones a los que trabajan en diferentes
oficios. Esto no es el plan de Dios, sino que es el plan de un poder
que no deberíamos reconocer de ningún modo. La Palabra de Dios
se está cumpliendo. Los impíos se están uniendo en atados listos
para ser quemados.
“Debemos utilizar ahora todas las facultades que se nos han
confiado para dar el último mensaje de amonestación al mundo. En
esta hora debemos mantener nuestra individualidad. No hemos de
unirnos con sociedades secretas ni con uniones laborales. Debemos
permanecer libres en Dios, y volvernos constantemente a Cristo en
busca de instrucción. Debemos realizar todos nuestros movimientos
con la comprensión de la importancia de la obra que debe cumplirse
para Dios”.—
Mensajes Selectos 2:163 (1902)
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