Página 92 - De la Cuidad al Campo (1977)

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La señal para la huida
“No es ahora tiempo para que el pueblo de Dios fije sus afectos
o se haga tesoros en el mundo. No está lejano el tiempo en que,
como los primeros discípulos, seremos obligados a buscar refugio
en lugares desolados y solitarios. Así como el sitio de Jerusalén por
los ejércitos romanos fue la señal para que huyesen los cristianos
de Judea, así la toma de poder por parte de nuestra nación [los
Estados Unidos], con el decreto que imponga el día de descanso
papal, será para nosotros una amonestación. Entonces será tiempo
de abandonar las grandes ciudades, y prepararnos para abandonar
las menores en busca de hogares retraídos en lugares apartados
entre las montañas. Y ahora, en vez de buscar costosas moradas
aquí, debemos prepararnos para trasladarnos a una patria mejor, la
celestial. En vez de gastar nuestros recursos en la complacencia
propia, debemos buscar la economía”.—
Joyas de los Testimonios
2:165, 166 (1885)
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