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La Educación Cristiana
para la educación que más favorece el progreso espiritual; pues la
voz de la naturaleza es la voz de Cristo que nos enseña lecciones
innumerables de amor, poder, sumisión y perseverancia. Algunos no
aprecian el valor del trabajo agrícola. Estos no debieran hacer planes
para nuestras escuelas; pues detendrían el avance de cualquier cosa
en las direcciones debidas. En lo pasado su influencia ha sido un
impedimento.
Conviene cultivar la tierra
Si se cultiva la tierra, ella proveerá, con la bendición de Dios,
para nuestras necesidades. No tenemos que desanimarnos en cuanto
a las cosas temporales en virtud de fracasos aparentes ni debiéra-
mos descorazonarnos a causa de la tardanza. Debiéramos trabajar el
suelo alegre, esperanzada y agradecidamente, estando persuadidos
de que la tierra encierra en su seno ricas provisiones para el obrero
fiel, provisiones más preciosas que oro o plata. La mezquindad que
se le atribuye es un testimonio falso. Con un cultivo adecuado e
inteligente, la tierra entregará sus tesoros para provecho del hom-
bre. Las montañas y las colinas están cambiando; la tierra se está
envejeciendo como ropa de vestir; empero la bendición del Dios que
tendió mesa para su pueblo en el desierto no cesará jamás.
Tiempos solemnes hay delante de nosotros y existe gran nece-
sidad de que las familias salgan de las ciudades y se internen en el
campo, a fin de que la verdad pueda llevarse a los vallados así como
a los caminos de la tierra. Mucho depende de que se tracen nuestros
planes de acuerdo con la palabra del Señor y se lleven a término
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con perseverante energía. Depende más de la consagrada actividad
y perseverancia que del genio y del estudio de los libros. Todos los
talentos y las aptitudes otorgadas a los agentes humanos, si no se
usan, son de escaso valor.
Un regreso a los métodos más sencillos será apreciado por los
niños y los jóvenes. El trabajo en la huerta y en el campo constituirá
una variación agradable en la cansadora rutina de las lecciones
abstractas, a las cuales sus jóvenes inteligencias no debieran jamás
ser limitadas. Esta variación será especialmente valiosa para el niño
nervioso que encuentra en los libros lecciones agotadoras y difíciles
de recordar. Hay para él salud y dicha en el estudio de la naturaleza