Página 283 - La Educaci

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La finca del colegio de avondale
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Debe reservarse el terreno
El Señor quiere que los terrenos que rodean la escuela se le dedi-
quen a él como aula suya. Estamos situados donde hay abundancia
de tierra, por lo que los terrenos cercanos a la escuela y la iglesia no
deben ser ocupados por domicilios privados. Los que creen la verdad
para este tiempo no han sido todos transformados en su carácter.
No todos constituyen lecciones prácticas adecuadas, por cuanto no
representan el carácter de Cristo. Muchos de aquellos a quienes les
gustaría acercarse a la iglesia y la escuela, no prestarían ayuda, sino
que serían estorbos. Creen que ellos deben ser ayudados y favore-
cidos. No aprecian ni el carácter ni la situación de la obra en que
estamos empeñados. No comprenden que todo lo hecho en Avondale
se ha llevado a cabo con penoso trabajo y mediante el empleo de
dinero dado con sacrificio o que ha de devolverse a aquellos de
quienes se lo tomó prestado.
Entre aquellos que querrán establecerse cerca de nuestras escue-
las habrá algunos que están llenos de un alto concepto de sí mismos
y se preocupan mucho de su propia reputación. Son quisquillosos y
facciosos. Necesitan convertirse, por cuanto están lejos de hallarse
en condición de recibir la bendición del Señor. Satanás los tienta a
que pidan favores que, si les son concedidos, sólo los perjudicarán y
de este modo acarrearán ansiedad a sus hermanos. Los principios
vivos de la Palabra de Dios tienen que ser introducidos en la vida
de muchos que ahora no encuentran lugar para ellos. Los que están
aprendiendo en la escuela de Cristo, considerarán cada favor prove-
niente de Dios como demasiado bueno para ellos. Reconocerán que
no merecen todo lo bueno que reciben y se tendrán por dichosos. Sus
rostros manifestarán paz y descanso en el Señor por cuanto tienen la
promesa de que Dios cuida de ellos.
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“Jehová dijo así: El cielo es mi solio, y la tierra estrado de mis
pies: ¿dónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde este
lugar de mi reposo? Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas
cosas fueron, dice Jehová: mas a aquél miraré que es pobre y humilde
de espíritu, y que tiembla a mi palabra”.
Isaías 66:1, 2
. Durante
los últimos días del año 1898 ocurrieron muchos incidentes que
nos enseñaron lo que estas palabras significan. Mi corazón estaba
grandemente abrumado y entonces me fueron expuestos asuntos