Página 149 - En los Lugares Celestiales (1968)

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En comunicación con el infinito, 16 de mayo
Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su
valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas
alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y
conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y
justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová.
Jeremías 9:23, 24
.
Hay una educación que es esencialmente mundanal. Su fin es dar
éxito en el mundo, satisfacer la ambición egoísta. Para conseguir esta
educación muchos estudiantes dedican tiempo y dinero y llenan su mente
de conocimientos innecesarios. El mundo los tiene por sabios; pero no
tienen a Dios en sus pensamientos...
Hay otra clase de educación que es muy diferente. Su principio
fundamental, según lo declaró el Mayor de los maestros que el mundo
haya conocido, es: “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia”.
Mateo 6:33
. Su fin no es egoísta; su propósito es honrar a Dios, y servirle
en el mundo... Dios es la fuente de toda sabiduría. Él es infinitamente
sabio, justo y bueno. Aparte de Cristo, los hombres más sabios que
jamás hayan vivido no pueden comprenderlo. Pueden profesar ser sabios;
pueden gloriarse de sus adquisiciones; pero el simple conocimiento
intelectual, aparte de las grandes verdades que se concentran en Cristo,
es como nada...
Si los hombres pudiesen ver por un momento más allá del alcance
de la visión finita, si pudiesen discernir una vislumbre de lo eterno, toda
boca dejaría de jactarse. Los hombres que viven en este mundo que es
un pequeño átomo son finitos; Dios tiene mundos innumerables que
obedecen a sus leyes, y son conducidos para gloria suya. Cuando en
sus investigaciones científicas los hombres han ido hasta donde se lo
permiten sus facultades limitadas, queda todavía más allá un infinito que
no pueden comprender.
Antes que los hombres puedan ser verdaderamente sabios, deben
comprender que dependen de Dios, y deben estar henchidos de su sa-
biduría.—
Consejos para los Maestros Padres y Alumnos acerca de la
Educación Cristiana, 53-55
.
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