Página 195 - En los Lugares Celestiales (1968)

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La presencia permanente de Cristo, 30 de junio
Y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo.
Mateo 28:20
.
Tenemos toda exhortación de que si entregamos diariamente nuestra
voluntad a Dios se cumplirá la promesa: “Porque de su plenitud tomamos
todos, y gracia sobre gracia”.
Juan 1:16
. Cada revelación de la gracia de
Cristo en nuestro favor es para nosotros. Debemos revelar su gracia en
nuestras vidas, en pensamiento, palabra y hecho... Debemos representar
la misericordia, el amor y el poder de Cristo, el poder que él nos ha
dado...
Si no fuera por el poder recibido mediante Cristo, no tendríamos
fuerza. Pero Cristo tiene todo poder. “Jesús se acercó y les habló di-
ciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto,
id, y haced discípulos a todas las naciones, ... y he aquí yo estoy con
vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”. Aquí está nuestro poder,
nuestro consuelo. Por nosotros mismos no tenemos fuerza. Pero él dice:
“Estoy con vosotros todos los días”, ayudándoos a cumplir con vues-
tros deberes, guiándoos, confortándoos, santificándoos y sosteniéndoos,
dándoos éxito en hablar palabras que llamen la atención de otros hacia
Cristo y despierten en sus mentes el deseo de entender la esperanza y
el significado de la verdad, volviéndolos de las tinieblas a la luz y del
poder del pecado a Dios.
Es un pensamiento maravilloso el que el ser humano pueda hablar la
palabra de Dios, en sencillas palabras de consuelo y ánimo. Dios usará
los instrumentos más humildes para sembrar las semillas de la verdad,
las cuales brotarán y darán fruto, porque aquellos en cuyo corazón fueron
sembradas necesitaban ayuda—una palabra bondadosa, un pensamiento
bondadoso, hechos efectivos por Aquel que dijo: “He aquí yo estoy con
vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”.—
Carta 329a, 1905
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