Dios honra al humilde, 22 de agosto
Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se
humilla, será enaltecido.
Lucas 14:11
.
Dios honra a los que se humillan delante de él. Moisés, descora-
zonado por el descontento y la murmuración del pueblo, que guiaba
hacia la tierra de la promesa, suplicó a Dios que le diera la seguridad
de su presencia... Y el Señor dijo: “Mi promesa irá contigo, y te daré
descanso”.
Éxodo 33:14
.
Fortalecido con la seguridad de la presencia de Dios, Moisés fue
todavía más allá y se aventuró a solicitar aún más bendiciones. Dijo: “Te
ruego que me muestres tu gloria”.
Vers. 18
. ¿Creéis que Dios reprobó
la presunción de Moisés? ¡Claro que no! Moisés no hizo este pedido
por vana curiosidad. Tenía un objetivo en vista. Comprendió que por
su propia fuerza no podría realizar aceptablemente la obra de Dios.
Sabía que si podía obtener una clara visión de la gloria de Dios, estaría
capacitado para avanzar en su importante misión, no por su propia fuerza
sino por la del Señor Dios Todopoderoso. Toda su alma se extendió hacia
Dios. Anhelaba saber más de Dios, para poder sentir de cerca la divina
presencia en cada emergencia o perplejidad ... Su único objetivo era el
deseo de honrar mejor a su Hacedor.
Dios conoce los pensamientos y las intenciones del corazón y com-
prendió los motivos que impulsaban la solicitud de su fiel servidor... “Y
pasando Jehová por delante de él, proclamó: ¡Jehová! ¡Jehová!, fuerte,
misericordioso y piadoso, tardo para la ira, y grande en misericordia y
verdad”.
Éxodo 34:6
.
Moisés tenía genuina humildad y el Señor lo honró mostrándole su
gloria. De la misma manera honrará a todo el que lo sirva como Moisés,
con un corazón perfecto ... Imparte su sabiduría a los que tienen un
espíritu humilde y contrito. La justicia de Cristo irá delante de ellos
y la gloria del Señor será su retaguardia ... La tierra podrá vacilar, los
fundamentos del mundo podrán estremecerse bajo sus pies pero no
temerán.—
The Review and Herald, 11 de mayo de 1897
.
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