Cuando Dios guía, 19 de noviembre
Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos
gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y
reverencia.
Hebreos 12:28
.
Una vida monótona no es la más propicia para el crecimiento espi-
ritual. Algunos pueden alcanzar la más alta norma de la espiritualidad
sólo mediante un cambio en el orden regular de las cosas. Cuando en su
providencia Dios ve que los cambios son esenciales para el éxito en la
edificación del carácter, altera la mansa corriente de la vida...
Dios ve que un obrero necesita estar más estrechamente relacionado
con él; para lograr esto, lo separa de sus amigos y conocidos. Cuando
preparaba a Elías para la traslación, lo llevaba de un lugar a otro para
evitar que se arraigara en la comodidad y fracasara así en obtener poder
espiritual. Y el plan de Dios era que la influencia de Elías fuese un poder
que ayudara a muchas almas a obtener una experiencia más amplia y
provechosa.
Recuerden los que no pueden reposar tranquilos, los que deben des-
plazarse continuamente, hincando su tienda esta noche en un lugar y
mañana por la noche en otro, que el Señor los está guiando y que ésa
es su forma de ayudarles a formar caracteres perfectos. En todos los
cambios que se nos requiera que hagamos, Dios ha de ser reconocido
como nuestro compañero, nuestro guía, nuestro apoyo...
Muchos ignoran cómo trabajar para Dios, no porque necesiten ig-
norarlo, sino porque no están dispuestos a someterse a su disciplina.
De Moab se habla como de un fracaso porque, dice el profeta: “Quieto
estuvo Moab desde su juventud, ... y no fue vaciado de vasija en vasija, ni
nunca estuvo en cautiverio; por tanto, quedó su sabor en él, su olor no se
ha cambiado”.
Jeremías 48:11
. Así ocurre con aquellos cuyas tendencias
al mal, hereditarias y cultivadas, no han sido expulsadas. Sus corazones
no han sido purificados de la contaminación.—
The Review and Herald,
2 de mayo de 1907
.
[333]
340