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Eventos de los Últimos Días
de descanso, entonces el que transgrediere el mandamiento de Dios
para obedecer un precepto que no tiene mayor autoridad que la de
Roma, honrará con ello al papado por encima de Dios. Rendirá
homenaje a Roma y al poder que impone la institución establecida
por Roma. Adorará la bestia y su imagen.
Cuando los hombres rechacen entonces la institución que Dios
declaró ser el signo de su autoridad, y honren en su lugar lo que Roma
escogió como signo de su supremacía, ellos aceptarán de hecho el
signo de la sumisión a Roma, “la marca de la bestia”. Y solo cuando
la cuestión haya sido expuesta así a las claras ante los hombres, y
ellos hayan sido llamados a escoger entre los mandamientos de Dios
y los mandamientos de los hombres, será cuando los que perseveren
en la transgresión recibirán “la marca de la bestia”.—
Seguridad y
Paz en el Conflicto de los Siglos, 502-503 (1911)
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