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Eventos de los Últimos Días
El mayor don de Dios es Cristo, cuya vida es nuestra, pues
fue dada por nosotros. El murió por nosotros y fue resucitado por
nosotros, para que nosotros nos levantemos de la tumba para estar en
la gloriosa compañía de los ángeles del cielo, para encontrarnos con
nuestros amados y para reconocer sus rostros, porque la semejanza
a Cristo no destruye la propia imagen de los redimidos, sino que la
transforma a la gloriosa imagen del Salvador. Cada santo que tenga
aquí relaciones de familia reconocerá a cada uno allá.—
Mensajes
Selectos 3:361 (1898)
.
La salvación de los infantes y de los imbéciles
Cuando los niñitos salen inmortalizados de sus lechos polvo-
rientos, inmediatamente vuelan hacia los brazos de sus madres. Se
reúnen para nunca más separarse. Pero muchos niñitos no tienen ma-
dres allí. Procuramos en vano escuchar el canto de triunfo entonado
con arrobamiento por la madre. Los ángeles reciben a los niños sin
madres y los conducen hacia el árbol de la vida.—
Mensajes Selectos
2:297 (1858)
.
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Sé que algunos ponían en duda aun si los hijitos de los padres
creyentes se salvarían, porque ellos [los hijos] no han tenido nin-
guna prueba del carácter, ya que todos deben pasar por esa prueba
para que se evalúe su carácter en base a las pruebas. Se hace la
pregunta: “¿Cómo pueden los niñitos pasar por esa prueba para ser
examinados?” Contesto que la fe de los padres creyentes cubre a los
niños, como cuando Dios envió sus juicios sobre los primogénitos
de Egipto [...].
No podemos decir si todos los hijos de padres incrédulos serán
salvados, porque Dios no nos ha dado a conocer su propósito con
respecto a este asunto, y haríamos mejor en dejar este asunto donde
Dios lo ha dejado, para meditar en los temas que nos fueron aclarados
en su Palabra.—
Mensajes Selectos 3:359-360 (1885)
.
Con respecto al caso de A, usted lo ve como es ahora y deplora
su simplicidad. No tiene conciencia de pecado. La gracia de Dios
quitará toda esta imbecilidad hereditaria, transmitida, y él tendrá
una herencia entre los santos en luz. Dios le ha dado a usted uso de
razón. A es un niño en cuanto a la capacidad de razonamiento se
refiere, pero tiene la sumisión y la obediencia de un niño.