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La herencia de los santos
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comienzo mismo de su rebelión? Para que el universo se convencie-
se de la justicia de Dios en su trato con el mal; para que el pecado
recibiese condenación eterna. En el plan de salvación hay alturas y
profundidades que la eternidad misma nunca puede agotar, maravi-
llas que los ángeles desearían penetrar con la mirada. De todos los
seres creados, solo los redimidos han conocido por experiencia el
conflicto real con el pecado; han trabajado con Cristo, y, cosa que ni
los ángeles podrían hacer, han participado de sus sufrimientos; ¿no
tendrán acaso algún testimonio acerca de la ciencia de la redención,
algo que sea de valor para los seres no caídos?—
La Educación, 308
(1903)
.
[252]
Alabando a Dios con música perfecta y melodiosa
Habrá allí música y canto tales como, salvo en las visiones de
Dios, ningún mortal ha oído ni concebido ninguna mente [...].
El canto que cantarán los redimidos, el canto de su experiencia,
declarará la gloria de Dios: “¡Grandes y maravillosas son tus obras,
oh Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos,
oh Rey de los siglos! ¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu
nombre? porque tú solo eres santo”.
Apocalipsis 15:3-4 (VM)
.—
La
Educación, 308-308 (1903)
.
Hay un ángel que siempre guía, que toca primero el arpa y da el
tono; luego todos se unen para producir la rica y perfecta música del
cielo. Es indescriptible esa melodía celestial y divina.—
Joyas de los
Testimonios 1:46 (1857)
.
No como varón de dolores, sino como glorioso y triunfante rey
estará sobre el monte de las Olivas mientras que los aleluyas hebreos
se mezclen con los hosannas gentiles, y las voces de la grande hueste
de los redimidos hagan resonar esta aclamación: Coronadle Señor
de todos.—
El Deseado de Todas las Gentes, 769-770 (1898)
.
Escudriñando los tesoros del universo
¡Qué campo se abrirá allí a nuestro estudio cuando se quite
el velo que oscurece nuestra vista y nuestros ojos contemplen ese
mundo de belleza del cual ahora tenemos vislumbres por medio del
microscopio; cuando contemplemos las glorias de los cielos estudia-