Capítulo 6—Estilo de vida y actividades del
            
            
              remanente
            
            
              Un espíritu de servicio y de sacrificio propio
            
            
              Largo tiempo ha esperado Dios que el espíritu de servicio se
            
            
              posesione de la iglesia entera, de suerte que cada miembro trabaje
            
            
              por él según su capacidad. Cuando los miembros de la iglesia de
            
            
              Dios efectúen su labor señalada en los campos menesterosos de su
            
            
              país y del extranjero, en cumplimiento de la comisión evangélica,
            
            
              pronto será amonestado el mundo entero, y el Señor Jesús volverá a
            
            
              la tierra con poder y grande gloria.—
            
            
              Los Hechos de los Apóstoles,
            
            
              91 (1911)
            
            
              .
            
            
              En todas partes hay tendencia a reemplazar el esfuerzo indivi-
            
            
              dual por la obra de las organizaciones. La sabiduría humana tiende
            
            
              a la consolidación, a la centralización, a crear grandes iglesias e
            
            
              instituciones. Muchos dejan a las instituciones y organizaciones la
            
            
              tarea de practicar la beneficencia; se eximen del contacto con el
            
            
              mundo, y sus corazones se enfrían. Se absorben en sí mismos y se
            
            
              [68]
            
            
              incapacitan para recibir impresiones. El amor a Dios y a los hombres
            
            
              desaparece de su alma.
            
            
              Cristo encomienda a sus discípulos una obra individual, que
            
            
              no se puede delegar. La atención a los enfermos y a los pobres y
            
            
              la predicación del Evangelio a los perdidos, no deben dejarse al
            
            
              cuidado de juntas u organizaciones de caridad. El Evangelio exige
            
            
              responsabilidad y esfuerzo individuales, sacrificio personal.—
            
            
              El
            
            
              Ministerio de Curación, 105-06 (1905)
            
            
              .
            
            
              “Negociad entre tanto que vengo”
            
            
              Cristo dice: “Negociad entre tanto que vengo”.
            
            
              Lucas 19:13
            
            
              .
            
            
              Quizás pasen apenas unos pocos años hasta que termine la historia de
            
            
              nuestra vida, pero debemos negociar hasta entonces.—
            
            
              The Review
            
            
              and Herald, 21 de abril de 1896
            
            
              .
            
            
              66