Capítulo 12—La proclamación del mensaje en otros
continentes
La divulgación del mensaje en Europa
Todo el mundo debe ser iluminado
—En esta época debería
haber representantes de la verdad presente en cada ciudad y hasta
en los lugares más remotos de la tierra. Todo el mundo debe ser
iluminado con la gloria de la verdad de Dios. La luz debe brillar en
todos los países y para todas las gentes. Y el brillo de la luz debe
proceder de los que la han aceptado...
Ciertos países gozan de ventajas que los convierten en centros
de educación e influencia. En los países de habla inglesa y en las na-
ciones protestantes de Europa resulta comparativamente fácil hallar
acceso a la gente, y son muchas las ventajas que aconsejan estable-
cer instituciones en esas áreas para llevar a cabo nuestra obra... Los
Estados Unidos cuentan con numerosas instituciones que dan repu-
tación a la obra. Habría que establecer medios de trabajo similares
en Inglaterra, Australia, Alemania y Escandinavia, y en otros países
continentales, a medida que la obra progrese. El Señor cuenta en
esos países con obreros capaces y trabajadores experimentados. Es-
tos pueden tomar la iniciativa en el establecimiento de instituciones,
la preparación de obreros y la promoción de la obra en sus diferentes
aspectos. Dios se propone que todos sean dotados con recursos y
medios de trabajo. Las instituciones que ya están establecidas dan
renombre a la obra en otros países, y proporcionan oportunidad para
la preparación de obreros que prestarán servicio en las naciones
donde reina el paganismo. En esta forma la eficiencia de nuestros
obreros experimentados se multiplicará cien veces más...
Me causa aflicción pensar que no se proporcionan medios de
trabajo más adecuados para la obra en toda Europa. Siento profunda
aflicción cuando pienso en el estado de la obra en Suiza, Alemania,
Noruega y Suecia. Donde ahora hay uno o dos hombres que luchan
por promover los diferentes ramos de la causa, debería haber cientos
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