La organización de las reuniones evangélicas
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Defectos revelados
—En el trabajo de los obreros deben reali-
zarse consultas mutuas. Ninguno ha de depender de su propio juicio
independiente y trabajar de acuerdo con sus propios planes, a menos
que tenga una tesorería propia de la cual reciba los medios... Se me
ha mostrado que el manejo de la obra no debe confiarse a manos
inexpertas. Los que no han tenido amplitud de experiencia no son
los que han de llevar las grandes responsabilidades, aun cuando se
crean calificados para hacerlo. Sus hermanos pueden ver defectos
donde ellos mismos únicamento ven perfección.—
The Review and
Herald, 8 de diciembre de 1885
.
Los ministros han de tomar tiempo para orar
—Siento la pro-
funda necesidad de pedir a nuestros hermanos que hagan todo esfuer-
zo posible para salvar a las almas. Necesitamos una fe creciente. Los
corazones de los miembros de nuestras iglesias deben derramarse
en oración por aquellos que están predicando el Evanglio. Y los
pastores deben tomarse el tiempo para orar por sí mismos y por el
pueblo de Dios, a quienes han sido designados para servir.—
Carta
49, 1903
.
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La oración proporciona ánimo
—Como obreros busquemos
juntos al Señor. No podemos hacer nada por nosotros mismos, pero
por medio de Cristo podemos hacer todas las cosas. Dios desea que
seamos una ayuda y una bendición unos para otros, y que seamos
fuertes en el Señor y en su poder... Dios vive y reina, y él nos propor-
cionará toda la ayuda que necesitemos. En todo tiempo tenemos el
privilegio de recibir poder y ánimo de esta bendita promesa: “Bástate
mi gracia”.
2 Corintios 12:9
.—
Historical Sketches of the Foreign
Missions of the Seventh Day Adventist, 129 (1886)
.
Unidad en la diversidad
El plan que Dios tiene en la diversidad de dones
—En todas
las disposiciones del Señor, no hay nada más hermoso que su plan
de dar a los hombres y mujeres una diversidad de dones. La iglesia
es su jardín, adornado con una variedad de árboles, plantas y flores.
El no espera que el hisopo asuma las proporciones de un cedro, ni
que el olivo alcance la altura de la palmera majestuosa. Muchos han
recibido solamente una educación religiosa e intelectual limitada,