La organización de las reuniones evangélicas
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en el pasado, pero ninguna persona, a causa de esto, bloquee el ca-
mino mediante la crítica.—
The Review and Herald, 30 de septiembre
de 1902
.
Nueva vida en métodos antiguos
—Se necesitan hombres que
oren a Dios pidiendo sabiduría, y que, bajo la dirección de Dios,
puedan infundir nueva vida en los antiguos métodos de trabajo y que
puedan inventar nuevos planes y nuevos métodos para despertar el
interés de los miembros de la iglesia y para alcanzar a los hombres
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y las mujeres de este mundo.—
Manuscrito 117, 1907
.
Limitando el poder de Dios mediante planes estrechos
—Los
planes que convierten a un solo hombre en el centro y el modelo,
no pueden ser llevados a cabo ni por su creador ni por otra persona.
No es éste el modo como Dios trabaja... Cuando una persona piensa
que su mente debe determinar los grandes lineamientos en la obra
de Dios, que sus habilidades deben realizar la obra más importante,
está limitando el poder de Dios para llevar a cabo sus propósitos en
este mundo.
Dios necesita hombres y mujeres que trabajen con la sencillez de
Cristo para llevar el conocimiento de la verdad a los que necesitan
su poder convertidor. Pero cuando se establece una línea precisa
que debe ser seguida por los obreros en sus esfuerzos por proclamar
el mensaje, se pone un límite a la utilidad de un gran número de
obreros.—
Carta 404, 1907
.
Evítese la rutina
—Los obreros de Dios deben esforzarse por
llegar a ser hombres multifacéticos; es decir, deben tratar de tener una
amplitud de carácter, y no ser hombres unilaterales, acostumbrados a
trabajar en una sola forma, que entren en un surco y sean incapaces
de ver y sentir que sus palabras y su defensa de la verdad deben
variar con la clase de gente entre la que se encuentren, y con la
circunstancias que deban enfrentar.—
Carta 12, 1887
.
El método debe ser determinado por la clase de gente
—No
olvidemos que deben emplearse métodos diferentes para salvar a
personas que son distintas.—
The Review and Herald, 14 de abril de
1903
.
Ud. tiene un campo duro en el cual trabajar, pero el Evangelio
es poder de Dios. Las clases de gente que Ud. encuentre, le harán
decidir la forma en que la obra debería realizarse.—
Carta 97a, 1901
.