Página 95 - El Evangelismo (1994)

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La organización de las reuniones evangélicas
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misioneros. Estos deberían sentir la necesidad de ser aprendices para
trabajar por la conversión de las almas. El trabajo en estas escuelas
debería ser variado. El estudio de la Biblia debería ser de importancia
vital, y al mismo tiempo debería haber una preparación sistemática
de la mente y la conducta, para que aprendan a aproximarse a la
gente en la mejor forma posible. Todos deberían saber trabajar con
tacto y cortesía, y con el espíritu de Cristo.—
The Review and Herald,
14 de junio de 1887
.
La preparación de obreros durante las series de conferen-
cias
—Es más fácil llevar a cabo una obra bien equilibrada en las
ciudades cuando se da un curso bíblico para preparar obreros mien-
tras se celebran reuniones públicas. Relacionados con este curso,
escuela o misión urbana, debe haber obreros de experiencia, de pro-
funda comprensión espiritual, que puedan dar a los obreros bíblicos
instrucción diaria, y que puedan también unirse de todo corazón
en el esfuerzo público general. A medida que los hombres y mu-
jeres se conviertan a la verdad, los que dirigen la misión deben,
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con mucha oración, mostrar a estos nuevos conversos cómo expe-
rimentar el poder de la verdad en el corazón. Una misión tal, si es
dirigida por quienes sepan administrarla sabiamente, será una luz
que resplandecerá en lugar oscuro.—
Obreros Evangélicos, 377, 378
(1915)
.
La escuela de instrucción práctica en acción
—Los esposos
Haskell han alquilado una casa en uno de los mejores barrios de la
ciudad, y han reunido en torno de ellos a una familia de colaborado-
res, los que día a día salen a dar estudios bíblicos, a vender nuestras
revistas y a llevar a cabo obra médica misionera. Durante la hora de
culto, los obreros refieren sus experiencias. Los estudios bíblicos
se dan regularmente en el hogar, y así los jóvenes y las señoritas
relacionados con la misión reciben una instrucción práctica cabal en
el arte de dar estudios bíblicos y de vender nuestras publicaciones.
El Señor ha bendecido su trabajo, y como resultado una cantidad de
personas ha abrazado la verdad y muchas otras están profundamente
interesadas...
Una obra similar a ésta debería llevarse a cabo en muchas ciuda-
des. Los jóvenes que salen a trabajar en esas ciudades deberían estar
bajo la dirección de dirigentes experimentados y consagrados. A
estos obreros hay que proporcionarles un buen hogar donde puedan