Página 69 - Fe y Obras (1984)

Basic HTML Version

La calidad de nuestra fe
65
nuevo de José. El no está allí. Ha resucitado, y hoy tenemos un
Salvador viviente que está intercediendo por nosotros.
Entonces hablen de su amor, hablen de su poder, alábenlo. Si
tienen voz para decir cosa alguna, hablen de Dios, hablen del cielo,
hablen de la vida eterna. He oído a personas que en sus hogares
hablan en voz tan alta que sus vecinos pueden escucharlos, pero
que en las reuniones se levantan y musitan unas pocas palabras que
no se alcanzan a entender. Ustedes quieren mostrar que han estado
aprendiendo en la escuela de Cristo y que han estado progresando.
“Con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa
para salvación”.
Romanos 10:10
. ¿Cuántos creen en las verdades
que han escuchado hoy? ¿Quieren esperar algunos meses antes de
reconocer que hay luz en ellas? ¿Quieren detenerse a razonar punto
por punto? Morirán antes de que llegue ese momento.
Créanlo porque Dios lo dice
Créanlo porque es la verdad, porque Dios lo dice, y confíen en
la sangre meritoria de un Salvador crucificado y resucitado. El es su
única esperanza, su justicia, su Sustituto y Garante, su todo en todos.
Cuando ustedes comprenden eso, sólo pueden traerle una ofrenda
de alabanza. Pero cuando no están dispuestos a allegarse a Cristo y
reconocer que El lo hace todo, cuando sienten que primero tienen
que dar algunos pasos y avanzar hasta cierto punto, y que entonces
[78]
Dios les saldrá al encuentro, eso es exactamente como la ofrenda de
Caín. El no conoció a Jesús, y no comprendió que la sangre de Jesús
podía limpiar sus pecados y hacer su ofrenda aceptable a Dios. Hay
más de un Caín, con ofrendas espurias y sacrificios impuros, sin la
sangre de Jesús. Ustedes deben acudir a Jesucristo a cada paso. Con
la sangre de Jesús y su poder purificador, presenten sus peticiones a
Dios, oren a El con fervor, y estudien sus Biblias como nunca antes.
La pregunta es: “¿Qué es verdad?” No son los muchos años que
uno haya creído algo, los que hacen que esa creencia sea la verdad.
Ustedes deben comparar su credo con la Biblia, y permitir que la luz
de la Biblia defina su credo y les muestre en qué es insuficiente y
dónde está la dificultad. La Biblia debe ser su estandarte, los oráculos
vivientes de Jehová deben ser su guía. Deben excavar en busca de la
verdad como por tesoros escondidos. Tienen que descubrir dónde