Capítulo 6—La gran decisión
¿Un casamiento feliz o desdichado?
—Si los que piensan con-
traer matrimonio no quieren hacer después reflexiones tristes y des-
dichadas, deben dedicar ahora a su casamiento muy serias medita-
ciones. Si se lo da imprudentemente, este paso es uno de los medios
más eficaces para destruir la utilidad de hombres y mujeres jóvenes.
La vida llega a serles entonces una carga, una maldición. Nadie pue-
de destruir tan completamente la felicidad y utilidad de una mujer,
y hacer de su vida una carga dolorosa, como su propio esposo; y
nadie puede hacer la centésima parte de lo que la propia esposa
puede hacer para enfriar las esperanzas y aspiraciones de un hombre,
paralizar sus energías y destruir su influencia y sus perspectivas.
De la hora de su casamiento data para muchos hombres y mujeres
el éxito o el fracaso en esta vida, así como sus esperanzas para la
venidera
¡Ojalá que pudiera inducir a la juventud a ver y sentir su peligro,
especialmente el de contraer casamientos desdichados
El casamiento es algo que afectará vuestra vida en este mundo
y en el venidero. Una persona que sea sinceramente cristiana no
hará progresar sus planes en esa dirección sin saber si Dios aprueba
su conducta. No querrá elegir por su cuenta, sino que reconocerá
que a Dios incumbe decidir por ella. No hemos de complacernos a
nosotros mismos, pues Cristo no buscó su propio agrado. No quisiera
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que se me interpretara en el sentido de que una persona deba casarse
con alguien a quien no ame. Esto sería un pecado. Pero no debe
permitir que la fantasía y la naturaleza emotiva la conduzcan a la
ruina. Dios requiere todo el corazón, los afectos supremos
Sin apresuramiento
—Pocos son los que tienen opiniones co-
rrectas acerca de la relación matrimonial. Muchos parecen creer que
significa alcanzar la felicidad perfecta; pero si conocieran una cuarta
parte de los sinsabores de hombres y mujeres sujetos por el voto ma-
trimonial en cadenas que no se atreven a romper ni pueden hacerlo,
no les sorprendería que escriba estas líneas. En la mayoría de los
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