Página 351 - La Historia de la Redenci

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Capítulo 66—La segunda muerte
Satanás causaba la impresión de estar paralizado al contemplar la
gloria y la majestad de Cristo. Quien fue una vez un querubín cubri-
dor recordaba de dónde había caído. Era un serafín resplandeciente,
“hijo de la mañana” ¡Cómo cambió! ¡Cuánto se degradó!
Se dio cuenta de que su rebelión voluntaria lo había inhabilitado
para el cielo. Adiestró sus facultades para guerrear contra Dios; la
pureza, la paz y la armonía del cielo serían para él supremas torturas.
Sus acusaciones contra la misericordia y la justicia de Dios habían
sido silenciadas. El vituperio que se esforzó por lanzar contra Jehová
recayó plenamente sobre él. Y entonces se inclinó y reconoció que
su sentencia era justa.
Quedó aclarada toda duda relativa a la verdad y el error en el
largo conflicto. La justicia de Dios quedó plenamente vindicada.
Ante todo el mundo se presentó claramente el gran sacrificio hecho
por el Padre y el Hijo en favor del hombre. Llegó el momento cuando
Cristo ocupó el lugar que le correspondía, y se le glorificó por encima
de los principados y las potestades, y sobre todo nombre que se
nombra.
A pesar de que Satanás se había visto obligado a reconocer la
justicia de Dios y a inclinarse ante la supremacía de Cristo, su carác-
ter no cambió. El espíritu de rebelión, como un torrente poderoso,
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nuevamente explotó. Lleno de frenesí se decidió a no capitular en
el gran conflicto. Había llegado el momento de lanzar un último y
desesperado ataque contra el Rey del cielo. Se lanzó en medio de sus
súbditos y trató de inspirarlos con su propia furia e incitarlos a librar
batalla inmediatamente. Pero de todos los incontables millones que
indujo a rebelarse, nadie reconoció entonces su supremacía. Su po-
der había llegado a su fin. Los impíos estaban llenos del mismo odio
a Dios que inspiró a Satanás; pero se dieron cuenta de que su caso
era desesperado, que no podían prevalecer contra Jehová. Su ira se
encendió contra el ángel caído y los que fueron sus instrumentos de
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