La organización
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la obra y decir qué planes deben seguirse. Pero cuando en una se-
sión de la Asociación General se expresa el juicio de los hermanos
congregados de todas partes del campo, la independencia y el jui-
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cio particulares no deben sostenerse con terquedad, sino entregarse.
Nunca debe un obrero tener por virtud el persistir en una actitud
independiente contra la decisión del cuerpo general.
“A veces, cuando un pequeño grupo de hombres encargados
del manejo general de la obra procuró ejecutar, en nombre de la
Asociación General, planes imprudentes y restringir la obra de Dios,
he dicho que ya no podía considerar voz de Dios la de la Asociación
General representada por esos pocos hombres. Pero esto no quiere
decir que no deban respetarse las decisiones de un congreso de
la Asociación General compuesto de una asamblea de hombres
debidamente nombrados como representantes de todas partes del
campo. Dios ordenó que tengan autoridad los representantes de su
iglesia de todas partes de la Tierra, cuando están reunidos en el
congreso de la Asociación General. El error que algunos se hallan
en peligro de cometer estriba en dar a la mente y al juicio de un
solo hombre, o de un pequeño grupo de hombres, la plena medida
de autoridad e influencia que Dios ha investido en su iglesia, en el
juicio y la voz de la Asociación General congregada para planear la
prosperidad y el progreso de su obra”.—
Joyas de los Testimonios
3:408, 409
.
Una responsabilidad solemne
—“Son solemnes las responsa-
bilidades que descansan sobre quienes son llamados a actuar como
dirigentes de la iglesia de Dios en la Tierra”.—
Los Hechos de los
Apóstoles, 77
.
Las demandas se miden por la influencia
—“El cielo está vi-
gilando para ver cómo desempeñan su mayordomía los que ocupan
posiciones de influencia. Las demandas que se les hacen como ma-
yordomos se miden por la extensión de su influencia”.—
Obreros
Evangélicos, 511
.
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