Reprobación
Tiempo para protestar
—“¿Guardaremos silencio, por temor a
herir sus sentimientos, cuando entre el pueblo de Dios hay quienes
se han apartado de la senda de la obediencia humilde, o han exaltado
el yo, o se han unido con Satanás en acusar y condenar a los hombres
señalados por Dios para ser ministros de salvación? ¿No debiéramos
protestar cuando haya hombres en la iglesia que aman más las
riquezas que la justicia y que están dispuestos en todo momento a
sacar ventaja de su prójimo por medio de procedimientos injustos?
¿Debiéramos guardar silencio, por temor a dañar su influencia, con
respecto a los hombres en posiciones de liderazgo y maestros que
trabajan bajo el poder de ideas y sofismas espiritistas, engañando a
las personas? Satanás aprovechará toda ventaja que pueda obtener
con el fin de lograr oscurecer las mentes y dejarlas perplejas en
cuanto a la obra de la iglesia, la Palabra de Dios y las palabras de
amonestación que el Señor nos ha dado por medio de los testimonios
de su Espíritu, para proteger a la pequeña manada de las sutilezas
del enemigo”.—
Manuscrito 72, 1904, p. 6
.
Una tarea difícil para Elena de White
—“Se me instruyó para
que siempre impresionara a los que profesan creer la verdad con la
necesidad de practicar la verdad. Esto significa santificación, y la
santificación significa el cultivo y desarrollo de cada talento para el
servicio del Señor.
“Se me encargó que no descuidara ni pasara por alto a los que
eran víctimas de injusticias. Se me encargó especialmente que pro-
testara contra un proceder despótico o arbitrario hacia los ministros
del evangelio por parte de los que tienen autoridad oficial. Aunque
es desagradable ese deber, debo reprochar al opresor y pedir justicia.
Debo presentar la necesidad de preservar justicia y equidad en todas
nuestras instituciones.
“Si veo que los que están en posiciones de responsabilidad
descuidan a ministros ancianos, debo presentar el asunto a quie-
nes tienen el deber de cuidarlos. Los ministros que han realizado
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