Página 94 - Liderazgo Cristiano (2003)

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Mejorar uno mismo
Los presidentes deben sentir sus responsabilidades
—“Se me
ha mostrado que los presidentes de nuestras asociaciones no han
estado cumpliendo con su deber. No todos están llegando a ser
más y más eficientes. Su experiencia se ha rebajado, y mientras
no ejerciten sus poderes empleándolos, confiando en Dios para
recibir eficiencia, su trabajo será defectuoso en todo sentido. La
mera posesión de cualidades no es suficiente; la habilidad deber ser
usada diligentemente.
“¿Nada se puede idear para despertar en los presidentes de aso-
ciaciones un sentido de sus obligaciones? ¿No se darán cuenta que
su posición de confianza sólo aumenta e intensifica sus respon-
sabilidades? Si cada presidente sintiera la necesidad de mejorar
diligentemente sus talentos para crear medios de despertar a los
ministros para que trabajen como deben, ¡qué cambios se verían en
cada Asociación!
“El servicio fiel por parte de los directivos y los pastores de las
asociaciones aliviará al presidente de la Asociación General de gran
parte de sus labores arduas y consumidoras. Se necesita fidelidad a
un grado mayor. ¿Se dan cuenta esos obreros que pronto comenzará
en el cielo el escudriñamiento solemne de la obra de cada hombre?
“Cuando el Maestro dejó este mundo, dio una tarea a cada hom-
bre en cada época y en cada generación, y a cada uno de nosotros nos
dice: ‘Ocúpate hasta que venga’. ¿Han pensado los pastores lo que
encierran estas palabras? Ciertamente, entre ellos y la muerte podría
haber un solo paso. ¿Cómo está el registro de las responsabilidades
sagradas que les han sido dadas para que las mejoren con sabiduría?
Talentos no empleados, horas gastadas de balde, oportunidades des-
cuidadas, deberes no cumplidos, iglesias enfermizas, un rebaño de
Dios no fortalecido por no haber tenido su alimento a tiempo.
“¡¿Y qué se debe hacer?! ¿Debe el presidente de la Asociación
General llevar la carga de la negligencia de los presidentes y pastores,
y llorar entre el pórtico y el altar, diciendo: ‘Perdona, oh Jehová, a tu
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