Página 209 - El Ministerio de la Bondad (1977)

Basic HTML Version

Capítulo 33—Un pedido para una obra equilibrada
Mantened una adecuada perspectiva
—A medida que la obra
adelante, surgirán peligros contra los cuales deberá prevenirse. A
medida que se emprenden nuevas empresas, hay una tendencia a
hacer que una sola cosa lo absorba todo; tanto que aquello que
debería ocupar el primer lugar, llega a considerarse secundario. La
iglesia necesita poder y vitalidad renovadores. Pero hay grave peligro
al tomar una nueva línea de trabajo de que malgaste nuestras energías
en lugar de traer vida dentro de la iglesia.—
The General Conference
Daily Bulletin, 2 de marzo de 1899
.
El trabajo en favor de los desamparados no debe ser una
carga en nuestra labor
—Más tarde [en 1899] se despertó un gran
interés por los pobres y la clase más humilde. Se comenzó una gran
obra para elevar a los caídos y degradados. Esto en sí mismo es
una buena obra. Deberíamos tener siempre el Espíritu de Cristo y
hemos de hacer la misma clase de trabajo que él hizo por la doliente
humanidad. El Señor tiene una obra que se ha de hacer para los
desamparados. No hay duda de que ése es el deber de algunos: el
trabajar entre ellos y salvar las almas que se están perdiendo. Esto
tendrá su lugar en conexión con la proclamación del mensaje del
tercer ángel y la recepción de la verdad bíblica. Pero hay peligro en
agobiar a todos con esta clase de trabajo, a causa de la intensidad con
que se lleva a cabo. Hay peligro en dirigir a los hombres a concentrar
sus energías con este fin, cuando Dios los ha llamado para otra tarea.
[269]
Es muy grave la importante cuestión sobre nuestro deber hacia
la humanidad, y se necesita mucho de la gracia de Dios para deci-
dir cómo trabajar a fin de realizar la mayor cantidad de bien. No
todos son llamados a comenzar su labor trabajando entre las clases
más desamparadas. Dios no requiere de sus obreros que completen
sus estudios y preparación para consagrarlos exclusivamente a esas
clases. El trabajar para Dios se manifiesta en una forma que da la
seguridad de que la obra se hace conforme a sus proyectos y que sus
sanos principios son la razón fundamental de cada acción. Pero he
205