Apéndice incidentes personales de Elena G. de White...
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Queridos niños:
Debo escribirles unas pocas líneas. Hubiéramos querido detener-
nos en su hogar y llorar con Uds. y arrodillarnos con Uds. en oración.
¿Buscará cada uno de Uds. al Señor y le servirá? Uds. pueden ser
una gran bendición para su madre al no hacer nada que apene su
corazón. El Señor Jesús los recibirá si Uds. le dan su corazón. Hagan
todo lo que sea posible para aliviar a su madre de todo cuidado y
carga.
El Señor ha prometido ser Padre de los huérfanos. Si Uds. le dan
el corazón, él les dará poder para llegar a ser hijos e hijas de Dios.
Si los niños mayores alivian a su mamá llevando todas las cargas
que puedan y tratando bondadosamente a los menores, enseñándoles
que hagan lo correcto y que no preocupen a mamá, el Señor los
bendecirá grandemente.
Den el corazón al amante Salvador y hagan únicamente aquellas
cosas que son agradables a la vista de él. No hagan lo que apene a
su mamá. Recuerden que el Señor los ama, y que cada uno de Uds.
puede llegar a ser un miembro de la familia de Dios. Si son fieles
aquí, cuando él venga en las nubes del cielo, encontrarán a su padre
y serán una familia unida.
Con amor
Elena G. de White
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Carta 165, 1905
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