Como visitar y que hacer
77
Qué hacer si se nos cierra la puerta en la cara
—“Pero, dice
alguien, supóngase que no podemos lograr entrar en los hogares
y que sus moradores se levanten en contra de las verdades que
presentamos. En tal caso, ¿no estaríamos excusados si no hiciéramos
más esfuerzos en favor de ellos?” De ninguna manera. Aunque os
cierren la puerta en vuestra cara, no os apresuréis a retiraros con
indignación sin hacer más esfuerzos para salvarlos. Pedid a Dios
con fe que os dé acceso a esas mismas almas. No ceséis en vuestros
esfuerzos, sino que estudiad y haced planes hasta que encontréis
algún otro medio de alcanzarlos. Si no tenéis éxito mediante visitas
personales, haced la prueba de enviarles el mensajero silencioso de
la verdad. Hay tanto orgullo de opinión en el corazón humano, que
nuestras publicaciones con frecuencia logran entrar donde no puede
entrar el mensajero viviente.—
Historical Sketches of the Foreign
Missions of the Seventh Day Adventist, 150
.
Cómo trataba Cristo a la gente
—Ganaremos mucha instruc-
ción para nuestra obra de un estudio de los métodos de trabajo de
Cristo y su manera de tratar a la gente. En el relato del Evangelio
tenemos la constancia de cómo trabajaba para toda clase de gentes y
cómo se desempeñaba en las ciudades y pueblos donde miles eran
atraídos a su lado para escuchar sus enseñanzas. Las palabras del
Maestro eran claras y distintas y las pronunciaba con simpatía y
ternura. Llevaban consigo la seguridad de que contenían la verdad.
La sencillez y fervor con que trabajaba y hablaba Cristo era lo que
atraía a tantos hasta él.—
The Review and Herald, 18 de enero de
1912
.
[101]
No una labor mecánica
—Todos los que se dedican a esta labor
personal deben tener tanto cuidado de no volverse mecánicos en su
manera de obrar como el ministro que predica la Palabra. Deben
aprender constantemente.—
Obreros Evangélicos, 201
.
Idead nuevos métodos
—Me dirijo a los cristianos que viven
en nuestras grandes ciudades: Dios os ha hecho depositarios de
la verdad, no para que la retengáis sino para que la impartáis a
otros. Debéis visitar de casa en casa como fieles mayordomos de la
gracia de Cristo. Al trabajar, idead y haced planes; se presentarán
nuevos métodos continuamente a vuestra mente y se aumentarán las
facultades de vuestro intelecto por el uso. Un cumplimiento tibio y
negligente del deber significa un daño para el alma por la cual murió