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El Ministerio de Curacion
auxiliar a vuestras hermanas pobres. Dispondréis no sólo de recursos,
sino de tiempo, que muchas veces es lo que más se necesita. Son
muchas las personas a quienes podríais ayudar con vuestros consejos,
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vuestro tacto y vuestra habilidad. Mostradles cómo se puede vestir
sencillamente y, no obstante, con buen gusto. ¡Cuántas mujeres no
van a la casa de Dios porque sus vestidos no les sientan bien y
contrastan deplorablemente con los de las demás! Muchas de estas
personas son quisquillosas al respecto y albergan sentimientos de
amarga humillación e injusticia a causa de este contraste. Y por
ello, muchas dudan de la realidad de la religión y endurecen sus
corazones contra el Evangelio.
Cristo nos manda: “Recoged los pedazos que han quedado, por-
que no se pierda nada.”
Juan 6:12
. Mientras que cada día millares
perecen de hambre, en matanzas, incendios y epidemias, incumbe a
todo aquel que ama a sus semejantes procurar que nada sea desperdi-
ciado, que no se gaste sin necesidad nada de lo que puede aprovechar
a algún ser humano.
“Dad, y se os dará”
Malgastar el tiempo y despreciar nuestra inteligencia resulta
pecaminoso. Perdemos todo momento que dedicamos a nuestros
intereses egoístas. Si supiéramos apreciar cada momento y dedicarlo
a cosas buenas, tendríamos tiempo para hacer todo lo que necesita-
mos hacer para nosotros mismos o para los demás. Al desembolsar
dinero, al hacer uso del tiempo, de las fuerzas y oportunidades, mire
todo cristiano a Dios y pídale que le dirija. “Si alguno de voso-
tros tiene falta de sabiduría, demándela a Dios, el cual da a todos
abundantemente, y no zahiere, y le será dada.”
Santiago 1:5
.
“Haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro
galardón grande, y seréis hijos del Altísimo: porque él es benigno
para con los ingratos y malos.”
Lucas 6:35
.
“El que aparta sus ojos, tendrá muchas maldiciones”; pero “el
que da al pobre, no tendrá pobreza.”
Proverbios 28:27
.
“Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida, y rebo-
sando darán en vuestro seno.”
Lucas 6:38
.
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