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El Ministerio de Curacion
“En mi corazón he guardado tus dichos,
para no pecar contra ti.”
“Y andaré en anchura,
porque busqué tus mandamientos.”
“Abre mis ojos, y miraré
las maravillas de tu ley.”
“Tus testimonios son mis deleites,
y mis consejeros.”
“Mejor me es la ley de tu boca,
que millares de oro y plata.”
“¡Cuánto amo yo tu ley!
todo el día es ella mi meditación.”
“Maravillosos son tus testimonios:
por tanto los ha guardado mi alma.”
“Cánticos me fueron tus estatutos
en la mansión de mis peregrinaciones.”
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“Sumamente acendrada es tu palabra;
y la ama tu siervo.”
“El principio de tus palabras alumbra;
y eterno es todo juicio de tu justicia.”
“Viva mi alma y alábete;
y tus juicios me ayuden.”
“Mucha paz tienen los que aman tu ley;
y no hay para ellos tropiezo.
Tu salud he esperado, oh Jehová;
y tus mandamientos he puesto por obra.
Mi alma ha guardado tus testimonios,
y helos amado en gran manera.”