Página 266 - La Maravillosa Gracia de Dios (1973)

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Resiste a Satanás, 3 de septiembre
No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel
es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir,
sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para
que podáis soportar.
1 Corintios 10:13
.
¿Se aferrará el hombre del poder divino y resistirá a Satanás con deter-
minación y perseverancia, siguiendo el ejemplo de Cristo en su conflicto
con el enemigo en el desierto de la tentación? Dios no puede salvar al
hombre contra su voluntad del poder de los artificios de Satanás. El hombre
debe obrar con su poder humano, auxiliado por el poder divino de Cristo,
para resistir y vencer a cualquier costo para él. En resumen, el hombre debe
vencer como Cristo venció. Y entonces, como resultado de la victoria que
tiene el privilegio de obtener mediante el todopoderoso nombre de Jesús,
puede llegar a ser heredero de Dios y coheredero con Jesucristo. Tal no sería
el caso si la victoria fuera solamente de Cristo. El hombre debe hacer
su
parte; debe ser victorioso por sí mismo, por medio de la fortaleza y la gracia
que Cristo le da. El hombre debe ser colaborador de Cristo en la obra de
vencer, y entonces será participante con Cristo de su gloria.—
Testimonies
for the Church 4:32, 33
.
Las víctimas de los malos hábitos deben reconocer la necesidad del
esfuerzo personal. Otros harán con empeño cuanto puedan para levantar-
los, y la gracia de Dios les es ofrecida sin costo; Cristo podrá interceder,
sus ángeles podrán intervenir; pero todo será en vano si ellos mismos no
resuelven combatir por su parte...
Quienes confían en Cristo no han de ser esclavos de tendencias y hábitos
hereditarios o adquiridos. En vez de quedar sujetos a la naturaleza inferior,
han de dominar sus apetitos y pasiones. Dios no deja que peleemos contra
el mal con nuestras fuerzas limitadas. Cualesquiera que sean las tendencias
al mal que hayamos heredado o cultivado, podemos vencerlas mediante
la fuerza que Dios está pronto a darnos.—
El Ministerio de Curación, 130,
131
.
Satanás nos ataca en nuestros puntos débiles, pero no es preciso que nos
venza. Por severo o inesperado que sea el asalto, Dios ha provisto ayuda
para nosotros, y mediante su poder podemos ser vencedores.—
Historia de
los Patriarcas y Profetas, 446
.
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