Página 43 - La Maravillosa Gracia de Dios (1973)

Basic HTML Version

El reino usurpado, 2 de febrero
El Altísimo gobierna el reino de los hombres, y... a quien él quiere lo
da.
Daniel 4:17
.
Adán había sido rey de los seres inferiores, y mientras permaneció fiel
a Dios, toda la naturaleza reconoció su gobierno, pero cuando pecó, perdió
su derecho al dominio. El espíritu de rebelión, al cual él mismo había dado
entrada, se extendió a toda la creación animal. De ese modo, no sólo la
vida del hombre, sino la naturaleza de las bestias, los árboles del bosque, el
pasto del campo, hasta el aire que respiraba, hablaban de la triste lección
del conocimiento del mal.—
La Educación, 23
.
No sólo el hombre sino también la tierra había caído por el pecado bajo
el dominio del maligno... Al ser creado, Adán recibió el señorío de la tierra.
Pero al ceder a la tentación, cayó bajo el poder de Satanás. Y “el que es de
alguno vencido, es sujeto a la servidumbre del que lo venció”.
2 Pedro 2:19
.
Cuando el hombre cayó bajo el cautiverio de Satanás, el dominio que antes
ejercía pasó a manos de su conquistador. De esa manera Satanás llegó a ser
“el dios de este siglo”.
2 Corintios 4:4
. Él había usurpado el dominio que
originalmente fue otorgado a Adán.—
Historia de los Patriarcas y Profetas,
52, 53
.
Cuando Satanás declaró a Cristo: El reino y la gloria del mundo me son
entregados, y a quien quiero los doy, dijo algo que era verdad solamente
en parte; y lo dijo con fines de engaño. El dominio que ejercía Satanás era
el que había arrebatado a Adán, pero Adán era vicegerente del Creador. El
suyo no era un dominio independiente. La tierra es de Dios, y él ha confiado
todas las cosas a su Hijo. Adán había de reinar sujeto a Cristo. Cuando
Adán entregó su soberanía en las manos de Satanás, Cristo continuó siendo
aún el Rey legítimo...
El que se había revelado en el cielo ofreció a Cristo los reinos de este
mundo para comprar su homenaje a los principios del mal; pero Cristo no
quiso venderse...
Jesús venció por la sumisión a Dios y la fe en él, y mediante el apóstol
nos dice: “Someteos pues a Dios; resistid al diablo, y de vosotros huirá”.
Santiago 4:7, 8
.—
El Deseado de Todas las Gentes, 103, 104
.
[42]
39