Muchos ramos de trabajo
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se ha de hacer una obra importante que de otro modo no podría
hacerse.
La Biblia ha sido desencadenada. Puede llevarse a la puerta
de cada casa, y sus verdades pueden presentarse a la conciencia
de todo ser humano. Hay muchos que cuando se les presente la
verdad, escudriñarán diariamente las Escrituras por sí mismos, como
los nobles bereanos, para ver si esas cosas son así o no. Cristo
ha dicho: “Escudriñad las Escrituras porque pensáis que en ellas
tenéis la vida eterna. Ellas son las que testifican de mí”
Jesús, el
Redentor del mundo, manda a los hombres no solo a leer, sino a
escudriñar las Escrituras. Esta es una obra grande e importante, y
se nos encomienda a nosotros, y al hacerla, recibiremos un gran
beneficio; pues no quedará sin recompensa la obediencia al mandato
de Cristo. Él coronará con especiales evidencias de su favor este
acto de lealtad del que sigue la luz revelada en su Palabra.—
Ibíd.
29, 30
.
El colportaje
El Señor pide que nuestros jóvenes trabajen como colportores
y evangelistas, de casa en casa, en lugares donde todavía no se ha
oído la verdad. Habla a nuestros jóvenes diciendo: “¿No sabéis que
vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros,
que tenéis de Dios, y que no sois vuestros. Porque habéis sido com-
prados por precio. Por tanto, glorificad a Dios en vuestro cuerpo”
Los que quieran salir a trabajar bajo la dirección de Dios, serán
maravillosamente bendecidos.—
Testimonies for the Church 8:229
.
Una de las mejores maneras en que los jóvenes pueden hacerse
idóneos para el ministerio es la de entrar en el campo de colportaje.
Que vayan a las ciudades y pueblos para vender los libros que
contienen la verdad para este tiempo. En esta obra encontrarán
oportunidades para hablar palabras de vida, y las semillas de verdad
que siembran brotarán para dar fruto. Al encontrarse con las personas
y presentarles nuestras publicaciones, obtendrán una experiencia que
no conseguirían por medio de la predicación [...].
Todos los que deseen tener oportunidad de servir de veras, y que
quieran entregarse sin reservas a Dios, encontrarán en el colportaje
oportunidad de hablar de muchas cosas relativas a la vida inmortal
[155]