Página 345 - Mensajes para los J

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El amor a los placeres mundanos
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La fidelidad en las cosas pequeñas
Los esfuerzos individuales, constantes, unidos, serán recompen-
sados con el éxito. Los que desean hacer mucho bien en este mundo
deben estar dispuestos a hacerlo al modo de Dios: realizando cosas
pequeñas. El que desea alcanzar las mayores alturas en sus hechos y
progresos, realizando algo grande y maravilloso, no llegará a hacer
nada.
El progreso constante en una buena obra, la repetición frecuente
de una clase de servicio fiel, es de más valor a la vista de Dios que
el hacer una gran obra, y los jóvenes ganarán una buena reputación
dando carácter a sus esfuerzos [...].
Los jóvenes pueden hacer bien trabajando para salvar almas.
Dios los tiene por responsables del uso que hacen de los talentos
que se les ha confiado. Propónganse una meta elevada los que dicen
ser hijos e hijas de Dios. Empleen toda facultad que Dios les ha
dado.—
The Youth’s Instructor, 1 de enero de 1907
.
Anhelos no satisfechos
El continuo deseo de diversiones placenteras revela los profun-
dos anhelos del alma. Pero los que beban de esta fuente de placer
mundano hallarán que la de su alma no quedará satisfecha. Se
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engañan; confunden la alegría con la felicidad; y cuando cesa la
excitación, muchos se hunden en las profundidades del desaliento y
la desesperación. ¡Qué locura, qué insensatez, abandonar la “fuen-
te de agua viva” por las “cisternas rotas
del placer mundano!—
Fundamentals of Christian Education, 422
.
Oportunidades de dar testimonio
Si pertenecen realmente a Cristo, tendrán oportunidades de ser
sus testigos. Serán invitados a concurrir a lugares de diversión, y
entonces tendrán la oportunidad de dar testimonio de su Señor. Si
son fieles a Cristo, entonces no tratarán de dar excusas por no asistir,
sino que clara y modestamente declararán que son hijos de Dios y
que sus principios no les permiten concurrir a un lugar, ni aun en
una sola ocasión, donde no podrían invitar también a concurrir a su
Señor.—
The Youth’s Instructor, 4 de mayo de 1893
.