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Mensajes para los Jóvenes
en verlos felices. Los cristianos tienen a su disposición muchas fuen-
tes de felicidad y pueden decir con exactitud infalible qué placeres
son lícitos y buenos. Gozarán de las recreaciones que no disipen la
mente ni rebajen el ser, que no desilusionen ni dejen tras sí una triste
influencia que destruye el respeto propio u obstruye el camino de la
utilidad. Si pueden llevar consigo a Jesús y mantener un espíritu de
oración, están perfectamente seguros [...].
Nuestra administración de los talentos
Jóvenes amigos, el temor del Señor se halla en la base misma de
todo progreso; es el principio de la sabiduría. El Padre celestial tiene
derechos sobre ustedes, pues sin que se lo soliciten y sin que haya
méritos de parte de ustedes, les da la plenitud de su providencia, y
más aún, les ha dado todo el cielo en una dádiva: la de su amado
Hijo. Como retribución por este don infinito, les pide obediencia
voluntaria. Por cuanto son comprados por precio, la misma preciosa
sangre del Hijo de Dios, él requiere que hagan el debido uso de
los privilegios que disfrutan. Las aptitudes intelectuales y morales
son dones de Dios, talentos que se les han confiado para que los
aprovechen sabiamente, y no tienen la libertad de dejarlos latentes
por falta del debido cultivo, o que sean mutilados o atrofiados por
la inacción. A ustedes les toca decidir si habrán o no de hacer
frente fielmente a las pesadas responsabilidades que descansan sobre
ustedes, si sus esfuerzos serán o no bien dirigidos, y si serán o no
los mejores de que son capaces.
Vivimos en medio de los peligros de los últimos días. Todo el
cielo se interesa por el carácter que están formando. Se ha hecho
plena provisión para que participen de la naturaleza divina, habiendo
escapado de la corrupción que está en el mundo a causa de la concu-
piscencia. El hombre no es dejado solo para vencer los poderes del
maligno por sus propios y débiles esfuerzos. La ayuda está a mano
y será dada a todo el que realmente la desee. Los ángeles de Dios,
que ascienden y descienden por la escalera que Jacob vio en visión,
ayudarán a toda alma que quiera ascender hasta el más elevado cielo.
Ellos están guardando al pueblo de Dios y observando cómo da cada
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paso. Los que ascienden por el camino iluminado serán recompen-