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El esfuerzo especial de Satanás
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La confianza propia es fatal
Si Satanás consigue nublar y engañar la mente humana de tal
manera que induzca a los mortales a pensar que hay en ellos poder
inherente para realizar obras grandes y buenas, estos dejan de confiar
en que Dios hará en favor de ellos lo que creen poder hacer por sí
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mismos. No reconocen un poder superior. No dan a Dios la gloria
que él reclama y que se debe a su grande y excelente majestad.
De este modo se realiza el intento de Satanás. Se alegra de que el
hombre caído se exalte presuntuosamente, así como él se exaltó en
el cielo y fue expulsado. Sabe que si el hombre se exalta a sí mismo,
su ruina es tan segura como lo fue la suya.
La destrucción de la confianza
Satanás ha fracasado al tentar a Cristo en el desierto. Se ha
consumado el plan de salvación. Ha sido pagado un costosísimo
precio por la redención del hombre. Y ahora Satanás trata de arrancar
el cimiento de la esperanza del cristiano, y dirigir las mentes de
los hombres por otro cauce, de modo que no sean beneficiados
ni salvados por el gran sacrificio ofrecido. Él induce al hombre
caído, mediante “todo tipo de maldad”
a creer que puede muy bien
arreglarse sin propiciación; que no necesita depender de un Salvador
crucificado y resucitado; que los méritos propios del hombre le darán
derecho al favor de Dios; y luego destruye la confianza del hombre
en la Biblia, sabiendo bien que está seguro si tiene éxito en esto, y
es destruido el detector que lo señala.
Afirma en las mentes la ilusión de que no hay demonio personal,
y los que creen esto no se esfuerzan por resistir lo que no existe y
luchar contra ello; así, los pobres y ciegos mortales adoptan final-
mente la máxima: “Todo lo que existe está bien”. No reconocen
regla para medir su conducta. Satanás induce a muchos a creer que
la oración a Dios es inútil, que no es sino una forma. Bien sabe
él cuán necesarias son la meditación y la oración para mantener
despiertos a los seguidores de Cristo para que resistan su astucia
y sus engaños. Los ardides de Satanás apartarán la mente de estas
prácticas importantes para que el alma no se apoye en el Poderoso
para recibir ayuda y obtener fuerza para resistir sus ataques [...].