Capítulo 53—Oportunidades para el estudiante
Estudiantes, cooperad con vuestros maestros. Al hacerlo, les dais
esperanza y ánimo. Les ayudáis y al mismo tiempo os ayudáis a
progresar. Recordad que de vosotros depende en extenso grado que
vuestros maestros estén en terreno ventajoso, que su trabajo sea un
reconocido éxito. Debéis ser estudiantes en el más elevado sentido,
viendo a Dios detrás del maestro, y al maestro cooperando con él.
Pasan rápidamente vuestras oportunidades para trabajar. No
tenéis tiempo para complacer al yo. Únicamente al esforzaros seria-
mente por tener éxito, lograréis la verdadera felicidad. Son preciosas
las oportunidades que se os ofrecen durante el tiempo que pasáis
en la escuela. Haced tan perfecta como sea posible vuestra vida
estudiantil. Recorreréis ese camino una sola vez. Y de vosotros mis-
mos depende que vuestra tarea sea un éxito o un fracaso. A medida
que tengáis éxito en adquirir el conocimiento de la Biblia, estaréis
acumulando tesoros para impartir.
Ayudad a otros
Si tenéis un condiscípulo atrasado, explicadle la lección que no
comprenda. Esto será una ayuda para vuestro propio entendimiento.
Usad palabras sencillas; exponed vuestras ideas con un lenguaje
claro y fácil de entenderse.
Al ayudar a vuestro condiscípulo, ayudáis a vuestros maestros. Y
con frecuencia, un alumno de mente aparentemente lerda, asimilará
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más rápidamente las ideas explicadas por un condiscípulo que por un
maestro. Esta es la cooperación que Cristo elogia. El gran Maestro
está a vuestro lado para ayudaros a ayudar al atrasado.
Durante la vida escolar podéis tener oportunidades de hablar a
pobres e ignorantes de las verdades de la Palabra de Dios. Aprove-
chad toda oportunidad tal. El Señor bendecirá todo momento pasado
en esta forma.—
Testimonios para la Iglesia 7:275, 276
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