Página 209 - Mensajes Para los J

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Capítulo 67—Sembrando junto a todas las aguas
El Señor pide que su pueblo emprenda distintos ramos de obra
misionera, que siembre junto a todas las aguas. Hacemos sólo una
pequeña parte de la obra que él desea que hagamos entre nuestros
vecinos y amigos. Mediante actos de bondad para con los pobres,
los enfermos y los enlutados, podemos ejercer influencia sobre ellos
de modo que la verdad divina halle acceso a sus corazones. No se
debería dejar de aprovechar ninguna oportunidad de servir. Es la
más elevada obra misionera que podamos hacer. La presentación de
la verdad con amor y simpatía, de casa en casa, está en armonía con
la instrucción dada por Cristo a sus discípulos cuando los envió en
ocasión de su primera gira misionera.
El don del canto
Se necesitan personas que tengan el don del canto. El canto es
uno de los medios más eficaces para impresionar el corazón con
la verdad espiritual. Los manantiales del arrepentimiento y la fe
han sido abiertos con frecuencia por las palabras del canto sagrado.
Debería educarse a los miembros de la iglesia, tanto jóvenes como
adultos, para que salgan a proclamar este último mensaje al mundo.
Si van con humildad, los ángeles de Dios irán con ellos enseñándoles
cómo elevar la voz en canto y oración y cómo proclamar el mensaje
evangélico para este tiempo.
Jóvenes y señoritas, emprended la obra a la cual Dios os llama.
Cristo os enseñará a usar vuestras aptitudes para un buen propósito.
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Al recibir la influencia vivificadora del Espíritu Santo y tratar de
enseñar a otros, vuestras mentes serán refrescadas y estaréis en
condición de decir palabras que sean nuevas y extrañamente bellas
para vuestros oyentes. . .
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