Página 423 - Mensajes Para los J

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La necesidad de consejo y dirección
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Los padres deben ser consultados
¿Cuándo serán juiciosos nuestros jóvenes? ¿Hasta cuándo durará
este proceder? ¿Consultarán los hijos tan sólo sus deseos e inclina-
ciones, indiferentes al consejo y al criterio de sus padres? Algunos
parecen no dedicar jamás un pensamiento a los deseos y preferencias
de sus padres, ni a su criterio maduro. El egoísmo ha cerrado la puer-
ta de sus corazones al afecto filial. Es necesario despertar las mentes
de los jóvenes en cuanto a este asunto. El quinto mandamiento es
el único que lleva anexada una promesa, pero es considerado con
ligereza y hasta positivamente ignorado por la pretensión del enamo-
rado. El desprecio del amor de una madre y la falta de consideración
al cuidado de un padre son pecados ya registrados contra muchos
jóvenes.
Uno de los mayores errores relacionados con este asunto es que
los jóvenes sin experiencia no quieren que sus afectos sean pertur-
bados, que nadie se entrometa en su amor. Si ha habido alguna vez
un asunto que necesite ser considerado desde todo punto de vista,
es éste. La ayuda de la experiencia de otros y una consideración
cuidadosa del asunto en todos sus aspectos, son cosas positivamen-
te esenciales. Es un asunto tratado enteramente a la ligera por la
mayoría de la gente.
Jóvenes amigos, pedid consejo a Dios y a vuestros padres te-
merosos de Dios. Orad por el asunto. Pesad cada sentimiento, y
observad el desarrollo del carácter de la persona con quien pen-
sáis ligar el destino de vuestra vida. El paso que estáis por dar es
uno de los más importantes de vuestra vida, y no debierais darlo
precipitadamente. Aunque podéis amar, no améis ciegamente.
Examinad cuidadosamente las cosas para ver si vuestra vida
matrimonial será feliz, o desavenida y desgraciada. Preguntaos: ¿Me
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ayudará esta unión a ir al cielo? ¿hará aumentar mi amor a Dios?
¿agrandará mi esfera de utilidad en esta vida? Si estas reflexiones
no presentan inconvenientes, avanzad en el temor de Dios.
Pero si se ha contraído un compromiso sin una comprensión
plena del carácter de la persona con quien pensáis uniros, no creáis
que el compromiso hace positivamente necesario que carguéis con
el voto matrimonial y os liguéis para toda la vida con alguien a
quien no podéis amar ni respetar. Tened mucho cuidado al hacer