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Mensajes Para los Jóvenes
Convendrá a sus propósitos que descuidemos la práctica de la
oración, pues entonces se aceptan más fácilmente sus maravillas
mentirosas. Al presentar sus tentaciones engañosas al hombre, Sa-
tanás cumple el objeto que no pudo realizar al tentar a Cristo. A
veces se presenta bajo la forma de una hermosa persona joven, o
de una bella sombra. Efectúa curaciones y es adorado por mortales
engañándolos como benefactor de nuestra raza...
El dominio de la mente
Me ha sido mostrado que Satanás no puede manejar las mentes
a menos que ellas cedan a su dominio. Los que se apartan de la
rectitud están ahora en serio peligro. Se separan de Dios y del
cuidado vigilante de los ángeles de Dios, y Satanás, que siempre
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está en acecho para destruir las almas, empieza a presentarles sus
engaños y los pone en extremo peligro. Y si ellos se dan cuenta,
y tratan de resistir a los poderes de las tinieblas y de libertarse de
la trampa de Satanás, no les resulta tarea fácil. Se han aventurado
a penetrar en terreno de Satanás y él los reclama. No vacilará en
emplear todas sus energías y en llamar en su ayuda a toda la hueste
del mal para arrebatar a una sola alma de la mano de Cristo.
Aquellos que han tentado al demonio a que los tiente, tendrán
que hacer esfuerzos desesperados para libertarse de su poder. Cuan-
do empiecen a trabajar en favor de sí mismos, acudirán a rescatarlos
los ángeles de Dios, a quienes han entristecido. Satanás y sus ángeles
no están dispuestos a perder su presa. Luchan con los santos ángeles
y es severo el conflicto. Y si aquellos que han errado continúan su-
plicando y confiesan con profunda humildad sus errores, los ángeles
de irresistible poder prevalecerán y los arrebatarán del poder de los
ángeles malos.
El velo se levanta
Al levantarse el velo y mostrárseme la corrupción de esta época,
mi corazón enfermó y mi espíritu casi desfalleció dentro de mí. Vi
que los habitantes de la tierra estaban llenando la medida de la copa
de su iniquidad. Se enciende la ira de Dios, y no será apaciguada
hasta que los pecadores sean eliminados de la tierra.