Página 133 - El Ministerio Pastoral (1995)

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Crear conciencia entre la comunidad
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dos, y los que sufren, es considerado como si se lo hubiera hecho a
Jesús.—
Testimonios para la Iglesia 2:24
.
Algunos ministros no pueden compadecerse de los pobres,
necesitados e ignorantes
—El corazón de Cristo se alegra al ver
a los que son pobres en todo el sentido de la palabra; se alegra al
ver a los que son mansos, a pesar de las vejaciones; se alegra por el
hambre de justicia, al parecer insatisfecha, que algunos experimentan
por no saber cómo cambiar. El recibe con agrado, por decirlo así,
el mismísimo estado de cosas que desanimaría a muchos pastores.
Reprende nuestra piedad equivocada dando la responsabilidad del
trabajo en favor de los pobres y necesitados de los lugares difíciles
de la tierra, a hombres y mujeres dotados de corazones capaces de
compadecerse de los ignorantes y de los que andan descaminados.
El Señor les enseña a estos obreros cómo relacionarse con aquellos
a quienes desea ayudar. Se sentirán estimulados al ver que delante
de ellos se abren puertas para entrar a lugares donde pueden realizar
trabajo médico-misionero. Puesto que poseen muy poca confianza
en sí mismos, le rinden toda la gloria a Dios. Puede ser que sus
manos pueden ser ásperas e inexpertas, pero poseen un corazón
susceptible a la piedad; los embarga el ferviente desea de hacer algo
para aliviar la miseria tan abundante; y Cristo se halla presente para
ayudarles. El obra a través de quienes disciernen misericordia en la
miseria, y ganancia en la pérdida de todas las cosas. Cuando la luz
del mundo pasa por algún lugar se descubren privilegios en todas las
privaciones y aparece orden en la confusión; el éxito y la sabiduría
de Dios se revelan en lo que había parecido un fracaso.—
Consejos
sobre la Salud, 26, 27
.
Las relaciones públicas
La mejor forma de tratar con el error es presentar la ver-
dad
—La mejor forma de tratar con el error es presentar la verdad, y
permitir que las ideas descabelladas mueran por falta de atención.
Contrastada con la verdad, la debilidad del error resulta clara para
toda persona inteligente. Cuanto más se repitan los asertos erróneos
de los opositores, y de los que se levantan de entre nosotros para
engañar a las almas, tanto mejor se sirve la causa el error. Cuanto
mayor sea la publicidad que se da a las sugestiones de Satanás,