Página 136 - El Ministerio Pastoral (1995)

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El Ministerio Pastoral
de amonestación fue dado por muchos.—
El Ministerio de la Bondad,
117, 118
.
Busque hasta tener el gozo de encontrar
—Cristo mismo nos
ha enseñado la lección de fe y labor perseverantes. En la parábola de
la oveja perdida él no ha presentado a nuestra imaginación un cuadro
de un pastor triste volviendo sin la oveja. La búsqueda del pastor
no cesa hasta que la oveja perdida es traída de vuelta al redil. La
mujer cuya moneda se perdió la busca hasta que la encuentra. Estas
parábolas no hablan de fracaso sino de éxito y gozo al recuperar
lo que se había perdido. Aquí está la garantía divina que ni una
sola alma perdida es ignorada, ni una es dejada sin socorrer. Cristo
cooperará con todos nuestros esfuerzos al buscar a los perdidos.—
(Australasian) Union Conference Record, 1 de julio de 1900
.
Las publicaciones
La lectura prepara el camino para la palabra hablada
—Se
me ha mostrado que sólo pocas personas tienen idea correcta de lo
que la distribución de revistas y folletos está llevando a cabo. La
obra misionera abre puertas en todas partes y prepara las mentes
para que reciban la verdad de labios del predicador vivo. El éxito que
corona el trabajo de los ministros en el campo no se debe solamente
a sus esfuerzos personales, sino en gran medida a la influencia de
los materiales de lectura que han iluminado las mentes de la gente y
eliminado el prejuicio. Así es como muchos se tornan susceptibles a
la influencia de la verdad cuando alguien los pone en contacto con
ella.—
MP, 441
.
Póngase libros en manos de todos los que los leerán
—En
cada lugar importante debe haber un depósito con nuestras publi-
caciones. Y alguien que realmente aprecie la verdad manifestará
interés en poner estos libros en manos de todos los que los leerán.—
Testimonies for the Church 1:473
.
Debemos publicar libros que se puedan vender baratos
No acepten las tentaciones que llegarán hasta ustedes con peculiar
fuerza para que editen libros cuya preparación implica una gran
inversión de dinero. Dios no está en ese negocio. Los miles de
dólares gastados en ilustraciones podrían dedicarse a producir libros
que puedan ser vendidos a un precio reducido. Cuando los pastores