Página 47 - El Ministerio Pastoral (1995)

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Los reglamentos de la iglesia
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rían ellos tan sagrada encomienda?”—
The Signs of the Times, 3 de
enero de 1884
.
La ordenación pastoral
La ordenación es el reconocimiento público de una elección
sagrada
—La iglesia cristiana estaba entrando entonces en una era
importante. La obra de proclamar el mensaje evangélico a los genti-
les había de proseguirse ahora con vigor; y como resultado la iglesia
iba a ser fortalecida por una gran cosecha de almas. Los apóstoles
que habían sido designados para dirigir esta obra iban a exponerse a
la suspicacia, los prejuicios y los celos. Sus enseñanzas concernien-
tes al derribamiento de “la pared intermedia de separación” (
Efesios
2:14
), que tanto tiempo había separado al mundo judío del gentil,
iba a hacerlos objeto naturalmente de la acusación de herejía; y su
autoridad como ministros del Evangelio iba a ser puesta en duda por
muchos celosos creyentes judíos. Dios previó las dificultades que sus
siervos estarían llamados a afrontar; y a fin de que su trabajo pudiera
estar por encima de toda crítica, indicó a la iglesia por revelación que
los apartara públicamente para la obra del ministerio. Su ordenación
fue un reconocimiento público de su elección divina para llevar a
los gentiles las alegres nuevas del Evangelio.—
Los Hechos de los
Apóstoles, 130, 131
.
Por la imposición de manos, la iglesia autoriza a los minis-
tros para enseñar, bautizar y organizar iglesias
—“Había en la
iglesia que estaba en Antioquía, profetas y doctores: Bernabé y Si-
món, el que se llamaba Niger, y Lucio Cireneo, y Manahén, ... y
Saulo. Ministrando pues éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu
Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra para la cual los
he llamado”.
Hechos 13:1, 2
. Antes de ser enviados como misioneros
al mundo pagano, estos apóstoles fueron dedicados solemnemente a
Dios con ayuno y oración por la imposición de las manos. Así fueron
autorizados por la iglesia, no solamente para enseñar la verdad, sino
para cumplir el rito del bautismo, y para organizar iglesias, siendo
investidos con plena autoridad eclesiástica.—
Obreros Evangélicos,
456
.
Antes de la ordenación, debe haber evidencia de que están
dedicados a la obra
—Debe haber evidencia por parte de los que