Página 176 - El Ministerio de Publicaciones (1997)

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El Ministerio de Publicaciones
por el pueblo de Dios. En la reedificación de la Pacific Press se
requerirá dinero. Recordemos que todo lo que poseemos le pertenece
al Señor. Manifestemos fe y aportemos a la tesorería del Señor lo
que sea necesario, para que esta institución quede en condiciones de
proclamar la verdad en su pureza.—
Carta 260, 1906
.
Reconstrucción y testimonio en Mountain View
—Si es mejor
que la casa editora se reconstruya en Mountain View, entonces que
todos los que están relacionados con la obra aquí sean misioneros,
una bendición para los que no conocen la verdad. “Sois obreros
juntamente con Dios”. Pensad en la ternura con la que Cristo trataba
a todos los que iban a él en busca de ayuda. Si todos consideran, no
las faltas de los demás sino sus propios errores, y se preocupan por
cumplir individualmente los principios de la ley de Dios, nuestros
hermanos y hermanas serán una bendición para la comunidad.
Sobre cada uno descansa la responsabilidad de mantener una
conexión viviente con el Dios de verdad. Cristo dijo: “Vosotros sois
la luz del mundo... Así alumbre vuestra luz delante de los hombres,
para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre
que está en los cielos”.
Mateo 5:14-16
.—
Manuscrito 73, 1906
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de White, en 1902 la junta directiva votó reducir el volumen de los trabajos comerciales.
Puesto que por ese tiempo la ciudad de Oakland había crecido hasta rodear el predio de
la casa editora, la junta de la institución, en 1904, también votó buscar un lugar rural
para construir una nueva planta. Esta decisión produjo como resultado el traslado de la
planta a la localidad de Mountain View, situada a unos 60 kilómetros de San Francisco.
Se levantó en este lugar un edificio de ladrillo de dos pisos en un predio de casi tres
hectáreas donado por la ciudad, el que lamentablemente fue dañado por el terremoto de
San Francisco ocurrido el 18 de abril de 1906. Se construyó rápidamente un edificio de
madera con la ayuda de 20.000 dólares prestados por la Asociación General. Pero este
edificio quedó convertido en cenizas por un incendio de origen desconocido ocurrido en el
mismo año. Una parte de la pérdida fue cubierta por el seguro. La junta directiva decidió
reconstruir el edificio y llevar a cabo únicamente trabajos denominacionales. C.H. Jones
dijo: “Fuimos amonestados por el terremoto y el incendio. No busquemos también la
acción del viento, sino que escuchemos la voz apacible y delicada que nos insta: ‘Haced
únicamente mi obra’”. Esta norma ha estado en vigencia desde entonces.
Seventh-day
Adventist Encyclopedia, 1059
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