Página 214 - El Ministerio de Publicaciones (1997)

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El Ministerio de Publicaciones
séptimo día” de sus columnas y si no dijera nada del sábado, los
grandes hombres del mundo lo patrocinarían; ganaría popularidad
y realizaría una obra importante. Eso pareció satisfactorio. Estos
hombres no alcanzaban a ver por qué no podíamos afiliarnos con in-
crédulos y no profesantes para convertir el
American Sentinel
en un
éxito resonante. Vi iluminárseles el rostro, y comenzaron a trabajar
en la preparación de un plan para hacer que el
Sentinel
se convirtiera
en una revista popular de gran éxito.
Este plan es el primer paso en una serie de medidas equivocadas.
Los principios que se han defendido en el
American Sentinel
cons-
tituyen la esencia de la defensa del sábado; y cuando los hombres
comienzan a hablar de cambiar estos principios, están haciendo una
obra que no les corresponde. Lo mismo que Uza, están tratando
de afirmar el arca que pertenece a Dios y está bajo su supervisión
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especial.—
Manuscrito 29, 1890
.
Pérdida de tiempo en combatir los engaños
—He recibido ins-
trucciones para que advierta que no debemos participar en ningún
conflicto sobre las representaciones espiritistas que están llegando
con rapidez de todas partes. Además de esto, tengo que presentar
a los encargados de nuestros periódicos la advertencia de que no
deben publicar en las columnas de la
Review and Herald
, de
Signs of
the Times
, o de cualquier otra revista publicada por los adventistas,
artículos que traten de explicar estos engaños. Corremos peligro
cada vez que discutimos los engaños del enemigo. La publicación de
artículos que traten de estos engaños es una trampa para las almas.
No nos ocupemos de estas teorías, y advirtamos a todos que no las
lean. Vuestras explicaciones no servirán de nada. No toquéis esas
teorías. No tratéis de mostrar su incongruencia o engaño. No os
ocupéis de ellas.
No perpetuéis el mal hablando de estas teorías en sermones, o
publicando en nuestros periódicos artículos referentes a ellas. El
Señor dice: “Dejadlas sin explicación”. Presentad clara y decidida-
mente la afirmación de la verdad. No podéis daros el lujo de estudiar
o combatir estas falsas teorías. Presentad la verdad con un “Escrito
está”. El tiempo empleado en tratar con estas falacias es tiempo
perdido.—
Manuscrito 20, 1906
.