Página 30 - El Ministerio de Publicaciones (1997)

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El Ministerio de Publicaciones
enviado por Dios para mostrar los peligros del tiempo actual y lo
que ocurrirá en el futuro.—
Manuscrito 13, 1908
.
Los pioneros deben seguir hablando—
He recibido instruc-
ciones según las cuales debiéramos hacer prominente el testimonio
de algunos de los antiguos obreros que ya han fallecido. Dejemos
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que continúen hablando por medio de sus artículos publicados en
los primeros Números de nuestras revistas. Hay que reimprimir
esos artículos, para que permanezca una voz viviente de los testi-
gos de Dios. La historia de las primeras experiencias en el mensaje
constituirán una fuente de poder para resistir el ingenio magistral
de los engaños de Satanás. La misma instrucción se ha repetido
recientemente. Debe presentar ante el pueblo los testimonios de la
verdad bíblica, y repetir los mensajes definidos presentados hace
años. Deseo que mis sermones dados en los congresos campestres
y en las iglesias sigan viviendo y efectuando su obra.—
Carta 99,
1905
.
El sacrificio es indispensable para la continuación de la
obra—
Para que el Evangelio se proclame a todas las naciones,
tribus, lenguas y pueblos, es necesario mantener la abnegación. Los
que ocupan posiciones de confianza deben actuar en todas las co-
sas como fieles mayordomos y proteger esmeradamente los fondos
creados por el pueblo. Debe ejercerse cuidado para impedir todo
gasto innecesario. Cuando construyamos edificios y proveamos fa-
cilidades para la obra, debemos tener cuidado de no hacer nuestros
proyectos tan complicados que insuman una cantidad innecesaria
de dinero; esto significa, en todos los casos, falta de habilidad para
proveer los medios necesarios para la extensión de la obra en otros
campos, especialmente en los países extranjeros. No hay que extraer
fondos de la tesorería para fundar instituciones en nuestro país, por-
que se correría el riesgo de debilitar el progreso de la verdad en el
extranjero.
El dinero de Dios no debe usarse solamente en el vecindario
inmediato, sino también en países lejanos y en las islas del mar. Si
su pueblo no se dedica a esta obra, Dios quitará ciertamente el poder
que no se emplee debidamente.
Muchos creyentes apenas tienen alimento suficiente para comer,
y sin embargo en su gran pobreza entregan sus diezmos y ofrendas a
la tesorería del Señor. Muchos que saben lo que significa sustentar