Página 143 - Maranata

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Un gran terror inminente, 10 de mayo
Hemos llegado a ser espectáculo al mundo, a los ángeles y a los hombres.
1 Corintios 4:9
.
El mundo es un teatro: Los actores, sus habitantes, se preparan para desempeñar su parte en el último gran drama. En cuanto a
las grandes masas humanas, no hay unidad, excepto cuando los hombres se confederan para realizar sus propósitos egoístas. Dios
está observando. Sus propósitos con respecto a sus súbditos rebeldes, serán cumplidos. El mundo no ha sido entregado en las manos
de los hombres, aun cuando Dios permite que los elementos de la confusión y el desorden ejerzan dominio temporariamente. Un
poder de abajo está actuando para poner en acción las grandes escenas finales del drama: La venida de Satanás, como si fuera Cristo,
y su actuación con todo engaño de iniquidad en aquellos que se unen en sociedades secretas. Los que se entregan a la pasión por
confederarse están llevando a cabo los planes del enemigo. La causa será seguida por el efecto.—
Servicio Cristiano Eficaz, 64
.
La trasgresión casi ha llegado a su límite máximo. La confusión llena el mundo, y pronto ha de venir sobre los seres humanos un
gran terror. El fin está muy cerca. Nosotros, que conocemos la verdad, hemos de prepararnos para lo que pronto ha de irrumpir sobre
el mundo como una sorpresa agobiadora.—
Servicio Cristiano Eficaz, 65, 66
.
¿Estamos dormidos como pueblo? Oh, si los jóvenes y las jóvenes en nuestras instituciones que ahora no están preparados para
la aparición del Señor, indignos de formar parte de la familia del Señor, lograran discernir las señales de los tiempos, ¡qué gran
cambio se vería en ellos! El Señor Jesús está llamando a obreros abnegados a que sigan en sus pisadas, para caminar y trabajar por
él, para levantar en alto la cruz, y seguir dondequiera que él los dirija.
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Muchos fácilmente se conforman con ofrecer al Señor actos insignificantes de servicio. Su cristianismo es débil. Cristo se entregó
por los pecadores. ¡Cuánta ansia por la salvación de las almas nos debiera llenar al ver que los seres humanos perecen en el pecado!
Estas almas fueron compradas por un precio infinito. La muerte del Hijo de Dios sobre la cruz del Calvario es la medida de su valor.
Diariamente ellas están decidiendo si recibirán la vida o la muerte eterna.—
Testimonies for the Church 8:35, 36
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