Página 148 - Maranata

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Evitemos las pasiones impuras, 15 de mayo
Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.
Mateo 5:28
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Muchos jóvenes buscan ansiosamente libros. Leen todo lo que pueden obtener. Los relatos de amor provocativos y las láminas
impuras tienen una influencia corruptora. Muchos leen ávidamente novelas y, como resultado, se envilece su imaginación. Con
frecuencia circulan para la venta... fotografías de mujeres desnudas. Estas fotografías repugnantes... se encuentran en negocios
de fotografías y penden de las paredes de los que trabajan con grabados... La concupiscencia de los ojos y las pasiones corruptas
se despiertan por lo que se contempla y por lo que se lee. El corazón se corrompe por la imaginación. La mente se complace en
contemplar escenas que despiertan las más bajas y viles pasiones. Esas imágenes ruines, contempladas a través de una imaginación
pervertida, corrompen la moral y preparan a los seres engañados e infatuados para que den rienda suelta a las pasiones concupiscentes.
Luego siguen los pecados y crímenes que arrastran a los seres creados a la imagen de Dios haciéndolos descender al nivel de las
bestias.—
Conducción del Niño, 411, 412
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Evitad leer y ver cosas que sugieran pensamientos impuros. Cultivad las facultades morales e intelectuales. No dejéis que estas
nobles facultades se debiliten y perviertan por la mucha lectura aun de libros y cuentos...
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Es imposible para los jóvenes poseer una mente sana y correctos principios religiosos a menos que disfruten de la lectura de la
Palabra de Dios. Este libro contiene lo más interesante de la historia, señala el camino de la salvación por medio de Cristo, y es su
guía hacia una vida más elevada y mejor. Todos ellos lo reconocerían como el libro más interesante que alguna vez hayan leído, si su
imaginación no estuviera pervertida por relatos emocionantes y ficticios. Vosotros que esperáis que vuestro Señor venga por segunda
vez a cambiar vuestros cuerpos mortales, y a transformarlos de acuerdo con su muy glorioso cuerpo, debéis elevaros a un plano de
acción más alto. Debéis obrar desde una mira más alta que la que habéis tenido hasta ahora, o no os contaréis entre los que han de
recibir el toque final de inmortalidad.—
Testimonies for the Church 2:366, 367
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