Los elementos serán quemados, 2 de octubre
Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos
ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.
2 Pedro 3:10
.
En el día del Señor, precisamente antes de la venida de Cristo, Dios enviará relámpagos a la tierra en su ira, los cuales se
unirán con el fuego de la tierra. Las montañas arderán como un horno, y derramarán terribles arroyos de lava, destruyendo huertas
y campos, aldeas y ciudades; y al derramar minerales fundidos, rocas y lodo ardiente en los ríos, éstos hervirán como una olla,
despedirán pesadas rocas y esparcirán sus fragmentos sobre el campo con indescriptible violencia. Ríos enteros se secarán. La tierra
se convulsionará y habrá espantosas erupciones y terremotos por todas partes. Dios enviará sus plagas sobre los impíos habitantes de
la Tierra, hasta que sean destruidos y eliminados de ella.—
Spiritual Gifts 3:82, 83
.
Entonces la tierra temblará como un ebrio y será removida como una choza. Los elementos arderán y los cielos se enrollarán
como un pergamino.—
Comentario Bíblico Adventista 5:1085
.
La corteza terrestre se agrietará por causa de la erupción de los elementos encerrados en las entrañas de la tierra. Dichos
elementos, una vez sueltos, arrasarán los tesoros de los que por años habrían estado acumulando riquezas, a fin de asegurarse grandes
posesiones, a costa del salario de hambre de sus empleados.—
Manuscrito 24, 1891
.
La gran conflagración general está justo delante, en ella todos los vanos esfuerzos de la vida serán esparcidos de la noche a la
mañana.—
Testimonies for the Church 4:52
.
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Habrá gran destrucción de vidas humanas. Pero como en los días del gran diluvio Noé fue preservado en el arca que Dios había
preparado para él, también en esos días de destrucción y calamidad Dios será el refugio de los creyentes. Declara el Señor mediante
el salmista: “Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación, no te sobrevendrá mal, ni plaga tocará
tu morada”.
Salmos 91:9, 10
. “Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal”.
Salmos 27:5
... ¿No haremos entonces
del Señor nuestra seguridad y nuestra defensa?—
Carta 258, 1907
.
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