Página 380 - Maranata

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Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre
Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.
Efesios 2:7
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La ciencia de la redención es la más grande de todas las ciencias; es la que estudian los ángeles y todos los seres de los mundos
no caídos; es la ciencia que interesa al Señor y Salvador, y penetra en los propósitos madurados en la mente Infinita, mantenidos en
silencio durante siglos eternos; es la ciencia que estudiarán los redimidos en el curso de la eternidad. Este es el estudio más elevado a
que puede dedicarse un ser humano. Como ningún otro, avivará la mente y elevará el alma...
Los ángeles desean escudriñar el tema de la redención; que será la ciencia y el canto de los redimidos a través de los siglos sin fin
de la eternidad. ¿No valdrá la pena que pensemos en él y lo estudiemos en esta vida?...
El estudio de la encarnación de Cristo, su sacrificio expiatorio y su obra mediadora, ocuparán la mente del alumno diligente
mientras dure el tiempo; y al pensar en el cielo y los siglos innumerables, exclamará: “Grande es el misterio de la piedad”.
En la eternidad aprenderemos lo que habría abierto nuestro entendimiento si hubiéramos recibido la luz que estaba a nuestro
alcance en esta vida. Los temas de la redención henchirán el corazón y la mente y la lengua de los redimidos por todos los siglos
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eternos. Entenderán las verdades que Cristo deseaba explicar a sus discípulos, pero que éstos no podían captar por falta de fe. Se nos
presentarán nuevos aspectos de la perfección y la gloria de Cristo por toda la eternidad. Y en el curso de la vida perdurable el fiel
Amo sacará cosas nuevas y viejas de entre sus tesoros.—
MMa, 371
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Si nos fuera posible alcanzar aquí un conocimiento pleno de Dios y su verdad, no habría para nosotros nuevos descubrimientos
con respecto a ella, ni mayores conocimientos, ni un desarrollo más amplio... Gracias a Dios, no es así. Puesto que Dios es infinito,
y en él se encuentran todos los tesoros de la sabiduría, podremos continuar investigando durante toda la eternidad, aprendiendo
siempre, sin agotar jamás las riquezas de su sabiduría, su bondad o su poder.—
The Signs of the Times, 25 de abril de 1906
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